Contratiempo y al mismo tiempo cierto gozo en el Nissan Al-Qázeres, que conoció en la noche del domingo que uno de sus fichajes estrella para la próxima temporada, Arica Carter, había sido renovada por su equipo de la WNBA, las Phoenix Mercury. Esto significa que, como mínimo, llegará tarde a la pretemporada. Y podría ser peor.

El club extremeño de la Liga Dia informó de lo sucedido con Carter, que se reservaba esta posibilidad en el contrato que firmó hace algunas semanas. Sin embargo, el club no emitió valoración alguna más allá de señalar que «tras la finalización [de la temporada en la WNBA], Arica Carter se reunirá con sus compañeras que comienzan la pretemporada el 30 de agosto. La jugadora americana se incorporará unos días después».

Quizás no sea tan sencillo ni, sobre todo, tan protno. La liga regular en la WNBA no concluye para las Phoenix Mercury hasta el 8 de septiembre con un encuentro ante Las Vegas Aces. Y es posible que se clasifiquen para los ‘playoffs’, con lo que la llegada de Carter podría retrasarse aún más. La Liga Dia arranca el 28 con el choque entre el Al-Qázeres y el Gernika en el ‘open day’ de Zaragoza. Es el primer contratiempo en la planificación del nuevo técnico, Ricardo Vasconcelos, al que le hubiese gustado tener a todas desde el primer día preparación. Ya no podrá ser así, salvo que Carter sea cortada en el equipo de Arizona antes.

Hay un precedente. Puede generarse la misma situación de hace dos años, cuando Alexis Jones llegó con las Minnesota Mystics a la final y ni siquiera pudo empezar la temporada española con el conjunto cacereño. No debutó hasta la tercera jornada.

Sin embargo, que en la liga norteamericana se haya confiado en las virtudes de la jugadora, una base-escolta de 1,73, supone también un refrendo de que se trata de un fichaje muy bien tirado, pese a su condición de novata en Europa. Aunque con un papel residual, Carter ya jugó con las Mercury el domingo (2 puntos en 4 minutos en pista). Fue el equipo que la eligió hace unos meses en la tercera ronda del último ‘draft’ (número 32), procedente de la prestigiosa universidad de Louisville.