El Plasencia perdió en su décimo partido liguero en un duelo muy igualado y ante un aguerrido y defensivo Ciudad de Huelva. A pesar de que el entrenador placentino, Dani García, no quisiera poner como excusa la labor arbitral, los colegiados fueron clave en que la reacción extremeña no prosperara en los últimos dos minutos. Una técnica a Mario García terminó con las ilusiones locales.

El cuadro placentino, además, no brilló a la altura de las últimas actuaciones (dos triunfos consecutivos), sobre todo en ataque y bajo aros. En total, los tres pivots (Balmón, García y Ward) anotaron 14 puntos, una estadística paupérrima.

La buena defensa de los de Quim Costa, haciendo honor al espíritu del entrenador, fue otra de las claves. Además, la presencia del joven base Barrera, cedido por el Joventut, fue determinante en ataque, con 21 puntos en una sensacional actuación.

GRAN SAN MIGUEL Por los locales, una vez más, lo mejor fue la actuación de Rodrigo San Miguel, que terminó eliminado por faltas y desquiciado por su propia impotencia ante el arbitraje.

El partido tuvo dos tiempos. En el primero las fuerzas estuvieron equilibradas, con un fuerte ritmo de los locales, bien contrarrestado por los andaluces. Las diferencias fueron siempre pequeñas. El 5-0 inicial prometía, pero el Huelva, que no anotó hasta el minuto 4, se fue rehaciendo. El juego fue siempre muy embarrullado.

Un parcial de 0-9 fue a la vez contestado con otro 9-0 que hizo que el partido tuviera alternativas hasta el descanso.

Con Barrera en pista tras las tres personales de Ibarra, fue un toma y daca el segundo cuarto.

En el segundo tiempo, el Huelva cogió las riendas con el Plasencia atascado en ataque. Los 10 puntos de cada cuarto de los locales fueron claves. Además, Poag, cumpliendo en ataque, no era suficiente, ni tampoco San Miguel. Sanders y Stone hacían de las suyas frente a García, Balmón y Ward.

Y así se llegó al final polémico, con las protestas y la derrota.