La situación económica real del Barça es la de un club que perdió la pasada temporada 77,1 millones de euros y cuya deuda limpia escaló hasta los 442 millones. Una foto que distorsiona el panorama que dibujó Xavier Sala Martín, el tesorero de la junta de Joan Laporta, quien expuso con orgullo unos beneficios de 11,1 millones y se vanagloriaba de presentar los ingresos más grandes jamás conocidos por parte de una entidad deportiva. De eso hace 26 días.

Esos 11 millones de superávit se han transformado en 77,1 de déficit. ¿Cómo? La auditoría que ha realizado la firma Deloittte, encargada por la anterior junta, aclara las estratagemas contables que realizó la directiva de Laporta para poder despedirse del club con un ejercicio económico positivo. Javier Faus, el vicepresiente económico, no ha querido esta mañana calificar con adjetivos la gestión y la ingeniería contable que hicieron sus predecesores para transformar los números rojos en verdes. Tan solo se limitó a admitir el término "maquillaje" para analizar la actuación de Sala Martín y la junta de Laporta.

La empresa auditoria detalla hasta nueve salvedades de partidas contabilizadas como ingresos que no deberían ser incluidas o que, como mínimo, no por el importe que le dio el antiguo tesorero. Por ejemplo, los 14,9 millones por la venta de una parcela de Sant Joan Despí en la que no existe siquiera una escritura pública, sino tan solo un contrato de compraventa privado del que solo se ha cobrado un millón.

Mediapro y Sogecable

También la auditora resta 12 millones de una prima de Mediapro que corresponden a cuatro millones periodificados de los próximos tres años y suprime otros 13 de la misma firma audiovisual sobre los que se duda que puedan cobrarse ya que se encuentra en un concurso de acreedores. Igualmente se incluyen en la cuenta de ingresos 3,9 millones de Baena, jugador del Espanyol, y 37,8 de Sogecable, que son cantidades inmersas en sendos litigios que están en los tribunales de justicia.

El resumen de la auditoría reduce los anunciados 445,5 millones de ingresos hasta los 408,9 millones, mientras que los gastos de explotación, que presuntamente habían sido de 428,7 millones, quedan ampliados a 477,9 millones.