El Barça, que recupera a Messi, tiene en Glasgow la primera oportunidad para certificar su pase a los octavos de final (20.45 horas), hecho que no se le presenta nada difícil, y además hacerlo como primero de grupo, para lo cual depende de lo que acontezca en el Borussia Park, donde el Manchester City juega contra el Borussia Mönchengladbach.

El equipo de Luis Enrique lo tiene todo a tiro para plantarse por decimotercera vez consecutiva en los octavos, ya que se medirá en la quinta jornada del grupo C ante un Celtic que llega a la recta final como el único conjunto del grupo que no conoce la victoria, con solo dos empates y casi desahuciado en esta Champions.

Precisamente con el Celtic de Glasgow, el Barça abrió la competición en septiembre, con la mayor goleada que el equipo escocés ha recibido a domicilio en Europa, ya que el 7-0 (tres goles de Messi, dos de Suárez y uno de Iniesta y Neymar) dejó sin argumentos a un rival que vive dos realidades muy diferentes.

El Celtic es un martillo pilón en la liga escocesa (líder e invicto), pero su papel cambia cuando mide sus fuerzas en el Continente contra rivales claramente superiores.

El Barça llega a este partido con calma, pero con dos precedentes deportivos que necesita sacarse de encima con una victoria: el empate del sábado pasado en el Camp Nou contra el Málaga (0-0) y que en el último partido de este grupo C padeció la única derrota que arrastra, un duro 3-1 en casa del Manchester City.

Luis Enrique podrá recuperar al trío ofensivo, que estuvo desarticulado el pasado fin de semana como consecuencia de una sanción a Luis Suárez y una indisposición de Messi. El jugador ha viajado a Glasgow y se espera su entrada en el once inicial.

Los dos sudamericanos están disponibles, lo que dotará al Barcelona de una chispa ofensiva delante de la que careció contra el Málaga, en un partido que los azulgrana se quedaron a cero, por segunda vez en este curso.

Están apercibidos de sanción los barcelonistas Neymar y Rakitic, y de ver una amarilla no podrían jugar el último partido del grupo, en el Camp Nou contra el Borussia.

En el Celtic, el equipo escocés se aferra a la magia y al embrujo del estadio Celtic Park para la sorpresa ante el Barça y vengarse del 7-0 que recibieron en la primera jornada.