Athletic y Barcelona disputan esta noche (22.00 horas, TVE-1) el partido de ida de la Supercopa de España. Ambos equipos llegan cortos de preparación y con algunas ausencias significativas en el caso de los visitantes. En el recuerdo está la final copera que disputaron hace unos meses y en la que se impusieron los azulgranas (4-1).

Entonces, un Barcelona excelso en su máximo esplendor destrozó las ilusiones rojiblancas y devolvió a la cruda realidad a un equipo que soñó, como ahora lo hace, con hacer frente y batir al considerado mejor equipo del mundo.

El Athletic, inmerso en competición desde hace algo más de dos semanas a través de las previas de la Liga Europa, trata de encontrar argumentos para convencerse de que la hazaña es posible y ese mayor rodaje y las posibles bajas con las que puede llegar el Barça a ´La Catedral´ parecen las principales razones.

Caparrós alineará a su bloque titular, aunque el técnico, a pesar del rango oficial del torneo, tampoco pierde la perspectiva del trascendental partido del próximo jueves en Bilbao ante el Tromso noruego en la ida de la última previa que da acceso a la Liga Europa.

FAVORITISMO ´CULE´ Por su parte, el Barcelona del triplete, dos meses y medio después de su último partido oficial, la final de la Liga de Campeones de Roma, vuelve a la competición para disputar el primer título de la temporada, la Supercopa de España, en la apertura del segundo capítulo de la ´era Guardiola´.

Identificado como el gran artífice de la resurrección del Barcelona y arquitecto de una histórica colección de títulos, el técnico azulgrana inicia su temporada más exigente con el deber de mantener la tensión competitiva y evitar la relajación.

Con la idea de recoger nuevamente cuantos títulos sean posibles --hasta seis a lo largo del curso-- y de igualar al Real Madrid en el palmarés de la Supercopa, el Barcelona viaja a Bilbao dispuesto a mantener su hegemonía en el fútbol español pese a sus numerosas bajas.

Guardiola está obligado a gestionar una plantilla demasiado corta. En San Mamés no contará con Zlatan Ibrahimovic ni con Andrés Iniesta, y muy probablemente tampoco con Leo Messi. La participación de Thierry Henry es dudosa y Rafa Márquez tampoco jugará. La cantera volverá a tener protagonismo.