El belga Bart de Clerq, neoprofesional del Omega Pharma, dio la sorpresa al adjudicarse la victoria en la séptima etapa del Giro, entre Maddaloni y Montevergine de Mercogliano, el primer final en alto y la más breve de la presente edición con un recorrido de 110 kilómetros, en la que el holandés Pieter Weening mantuvo la ´maglia´ rosa. Victoria épica, pues De Clerq hizo en solitario los últimos 6 kilómetros de ascenso y no fue alcanzado de milagro en la meta situada a las puertas del santuario de Montevergine por el italiano Michele Scarponi (Lampre) por tan solo unos centímetros. Los favoritos, incluido Alberto Contador, optaron por no gastar fuerzas.