EL GHANES Kevin Prince Boateng se hartó de los insultos racistas de los aficionados del Pro Patria y mandó un pelotazo a la grada antes de quitarse la camiseta y negarse a seguir jugando. Todos sus compañeros se solidarizaron con él. Berlusconi remarcó ayer que su equipo repetirá la misma actitud. "Es una pena que los episodios inciviles y los cánticos denigrantes se repitan con tanta frecuencia en el fútbol", aseguró.