En un día histórico para el atletismo español, Bruno Hortelano, la nueva esperanza blanca de la velocidad, se coronó campeón de Europa de 200 metros tras quedar segundo en la final, ganada en principio por el holandés Churandy Martina (20.37 segundos), que fue descalificado con posterioridad por haber pisado la línea interior en la curva. La delegación española no reclamó, pero los jueces actuaron de oficio y le dieron a Hortelano un oro con mucho significado, ya que hasta esta semana ningún español había conseguido ni siquiera meterse en un final grande, sea en un Europeo como este de Amsterdam, un Mundial o unos Juegos Olímpicos.

Hortelano, de 24 años, nacido en Australia, crecido en Canadá y formado atléticamente en Nueva York (Cornell), fue cuarto en los 100 metros del jueves, y ayer escaló varios peldaños para coronarse campeón con 20.45, tras batir su récord de España del 2013 (20.47) con sus 20.39 de las semifinales.

Fue la guinda de una jornada redonda para la delegación española. El navarro Sergio Fernández, de 23 años, rozó de nuevo el récord español de 400 vallas (los 49.00 de José Alonso Valero de ¡1987!) para arañar la plata (49.06) en una modalidad en que tampoco nunca España había subido al podio en un campeonato grande. Y el aragonés Toni Abadía, que será olímpico en Río en 5.000, completó la jornada con un bronce en 10.000, solo por detrás de los intratables turcos de origen keniano Polat Kemboi Arikan y Ali Kaya. Juan Pérez fue sexto. Las tres medallas del día se suman al oro conquistado el jueves en altura de la incombustible Ruth Beitia.

Sebastián Martos estuvo a punto de sumarse a la fiesta, pero acabó cuarto en 3.000 obstáculos.