No todos en el Cacereño se quedan con el aspecto negativo de tener que jugar la próxima temporada en Tercera División y hay quienes optan por ver en el descenso una oportunidad de resurgir desde abajo "haciendo las cosas bien". El club sigue inmerso en ese paréntesis para pensar el rumbo que debe tomar, aunque la continuidad parece fuera de toda duda. Así lo ha repetido una y otra vez el máximo accionista, Antonio Martínez Doblas, desde principios de semana.

En ese 'hacer las cosas bien' caben muchos aspectos, aunque en el CPC no dudan que todo debe girar en torno a la afición, "una afición que existe, como se ha demostrado con la gente que fue al Príncipe Felipe en los últimos partidos", dicen. Identificar al equipo con la ciudad parece esencial para el resurgir del Cacereño, aunque en las últimas campañas se ha llevado un camino inverso, existiendo un distanciamiento entre la entidad y los seguidores cada vez mayor. "El cariño por el equipo está ahí, lo vemos ahora con todos los mensajes de ánimo que nos están llegando tras el descenso".

Identificar al equipo con la ciudad pasa por contar con jugadores 'de la tierra'. Para muchos, dentro y fuera del club, ese debería ser el modelo que habría que seguir la próxima temporada. Hubo campañas en las que se habló de "extremeñizar" el Cacereño, pero el número de jugadores de la comunidad nunca ha sido, por unos motivos o por otros, demasiado amplio. En la temporada que acaba de terminar había cinco: Gonzalo, Mejías, Cuerva, Alex y Zubi. Los tres últimos son de Cáceres (Cuerva nació en Madrid, pero desde su infancia ha estado muy ligado a la capital cacereña), pero Alex y Zubi no han contado con muchos minutos.

"Un proyecto bien planificado" es la tercera pata sobre la que debería pivotar el nuevo CPC. Una idea clara de lo que se quiere y buscarla desde el inicio, "sin necesidad de parchear a medida que avanza la temporada".

Pero de momento nada se mueve en un equipo que poco a poco va asimilando su descenso de categoría. Se ha dado unos días para pensar el futuro y tratar de resurgir cual ave fénix.

El lunes los jugadores se despidieron y lo más probable es que, de momento, casi ninguno regrese a las filas del Cacereño. El equipo habrá que empezarlo prácticamente desde cero, renegociando a la baja con los que vayan a continuar. El equipo está en Tercera y habrá que 'ajustarse el cinturón'.

Del futuro de Angel Marcos nada se sabe. El mismo reconocía en Canal Extremadura Radio el martes que si fuese Antonio Martínez Doblas no se renovaría "porque no he cumplido los objetivos".