Ganar... y ganar por encima de cualquier otro objetivo, aunque para los intereses del fútbol extremeño esa bendita posibilidad no es viable en el derbi de esta tarde (17.00 horas) en el Príncipe Felipe. A Cacereño y Villanovense solamente les vale sumar tres puntos para no verse aún más hundidos en sus aspiraciones para mantener la categoría de uno u otro modo.

Si bien los verdes --cacereños-- no están en los lodos clasificatorios de los otros verdes --villanovenses--, se podrían ver muy perjudicados si su rival le arrancara un empate o la victoria del estadio cacereño.

La situación es complicada para ambos, aunque para tan un club ambicioso como el Cacereño --su meta cuando llegó el empresario Félix Campo era alcanzar la Primera División en tres o cuatro años-- parece una auténtica pesadilla estar luchando actualmente por evitar el descenso a Tercera División.

Con el Betis B pisándole los talones al Cacereño y a un mes del choque que pudiera convertirse en decisivo entre ambos en la Ciudad Deportiva hispalense (21 de marzo), la victoria se antoja como más que necesaria para paliar la crisis de resultados en la que está inmerso el equipo de Ismael Díaz, que en los últimos cuatro encuentros no ha sumado un solo punto.

La actualidad deportiva pasa de nuevo por malos momentos. Y es que varios de los mejores hombres no podrán estar en liza en el vital choque de esta tarde ante los serones. Cobos y Caballero son baja por sanción y Santi, Nico, Joaquín y Diego Morgado están lesionados y ni siquiera alguno de ellos ha podido entrar en la convocatoria. La responsabilidad ofensiva, salvo sorpresa de última hora, parece que volverá a recaer en el joven Rubén Guillén, que en unas semanas ha pasado de jugar en Regional en Avila a ser titular en Segunda B. Mauricio y Marcos Gallego, los últimos en llegar, se perfilan como titulares, mientras que vuelve el central Jurado tras cumplir partido de suspensión.

DIFICULTADES Por su parte, en Villanueva de la Serena, el choque se afronta como decisivo de cara a la salvación, ya que una nueva derrota ante un rival directo como el Cacereño, precisamente el que marca el puesto del mal menor de la promoción, prácticamente condenaría a los serones a Tercera División. En definitiva, como han calificado desde el Villanovense es un partido "a vida o muerte".

Los de José Mari Calvo suman ya siete jornadas consecutivas sin conseguir la victoria, lo que supone la racha más negativa durante toda el campeonato, y en esos siete partidos tan sólo logró un punto. Además, los serones aún no saben lo que es ganar a domicilio y en este caso, el Príncipe Felipe se considera un campo propicio para arrancar el primer triunfo fuera.

No obstante, el Villanovense acude con cinco bajas importantes. A los lesionados de jornadas anteriores Escudero, Encinar y el portero David Mena, se han unido esta semana Raúl Fernández, que debe cumplir sanción al completar el ciclo de tarjetas, y el malagueño Rubén Quintero, que en el último partido ante el Pájara Playas sufrió una lesión que le tendrá alejado entre tres y cuatro semanas de los terrenos de juego.

Así las cosas, José Mari Calvo deberá tirar de las tres últimas incorporaciones, que ya dispusieron de minutos ante el Pájara Playas, pero a los que todavía se les notó algo desacoplados.