El montañero mallorquín Tolo Calafat logró ayer comunicarse con su mujer mediante un teléfono vía satélite desde la falda del Annapurna, el pico himalayo de 8.091 metros de altura que coronó ayer, donde espera muy débil a ser rescatado tras tener que suspender el descenso por su mal estado de salud. Según informó EFE Pere Joan March, amigo y compañero de escalada, Calafat se ha mostrado tranquilo y "con aplomo" en la conversación con su esposa, pero tenía "muy poca voz".