José Manuel Calderón es feliz en sus primeros días en Los Angeles, donde está desde hace dos semanas pensando ya en la pretemporada que iniciará dentro de unos días como nuevo jugador de los Lakers.

"Ha sido bastante fácil. Ya había venido en verano para ver la casa y el colegio al que los niños iban a venir", comenta el base de Villanueva de la Serena a los medios oficiales del que es uno de los equipos más míticos de la NBA.

Calde está contento con el tiempo soleado que hace en California. Tres de las cuatro ciudades por las que ha pasado anteriormente en su carrera en Estados Unidos (Toronto, Detroit y Nueva York) se caracterizan por unos inviernos muy duros. "Es una de las cosas positivas de estar aquí. En general he estado en sitios en los que el tiempo no acompañaba. Estoy muy a gusto", comenta.

Sus tres hijos (Manuel, Jaime y Gonzalo) ya han empezado el curso y, por lo que parece, se están adaptando bien. "Los niños ya llevan más de un cambio. En esta liga das muchas vueltas y la familia se acostumbra. Para ellos, todo es emocionante. A veces nos preocupamos más de la cuenta y en realidad a ellos les da igual", indica Calderón.

RECUERDOS RECIENTES Atrás queda lo sucedido en Río de Janeiro, con el tercer puesto con España y su despedida de la selección absoluta. "Eran mis cuartas olimpiadas y sabía que iban a ser las últimas, pero siempre es especial. Con el tiempo nos daremos cuenta de lo que se ha conseguido. Nos queda el sabor de no haber podido ganar el oro, pero nos hemos encontrado con un equipo norteamericano que es lo que es", reflexiona.

Considera "muy importante" para su generación sumar una medalla más y ve lógico su adiós al equipo nacional. "Me gustaría seguir en la NBA tres o cuatro años más y no estar en la selección me ayudará a preparar mejor las temporadas", argumenta.

Ahora su reto es vestir el legendario uniforme amarillo y púrpura de los Lakers, un equipo en horas bajas en los últimos años, pero que conserva una magia especial. "Jugar aquí siempre es bonito. Llega en un buen momento. Estoy preparado desde hace tiempo para otro tipo de rol, estar aquí con estos jóvenes con tanto talento. No jugaré tantos minutos, pero eso me hará estar más fresco", reflexiona.

OTRO PAPEL Pronostica que no tendrá problemas para ser reserva y dar relevos a D'Angelo Russell, una de las promesas del equipo de Los Angeles: "Cada uno es diferente y tiene sus egos y sus formas. Yo siempre he pensado en el equipo primero y entonces me es fácil. Jugar 30 minutos 82 noches no es fácil. Llegó el momento de dar un cambio. Va a ser bonito, un año bueno. Los jugadores tenemos muchas ganas".

Los Lakers también estrenarán entrenador: Luke Walton. Se trata de un exjugador casi de la misma edad que Calderón y que viene de ser ayudante en los Golden State Warriors. A Calde le gusta la contratación. "Sabe de qué va a esto. Ha dejado de jugar hace poco. Sabe lo que quieren los jugadores, y cómo lo quieren. La liga es más bien saber cómo manejar roles, más que los sistemas. Ha sido claro con la gente con la que ha hablado. Los jóvenes son buenos, no son cualquieras. Con todo eso junto, es normal que la gente se ilusione. Ahora hay que trabajar para poder crecer", indica.

Otro base con el que tendrá que competir será el brasileño Marcelinho Huertas. El extremeño está encantado con ello a todos los niveles. "Tengo muy buena relación con él, con varios amigos comunes. Esta misma mañana me ha escrito preguntándome qué tal estaba. Nos hemos enfrentado muchas veces. Me vendrá bien tener un amigo aquí", apostilla.