José Manuel Calderón compareció en Cáceres para estampar su firma en la campaña de Unicef para luchar contra el hambre en Africa. Pero también lo hizo para expresar sus últimos pensamientos antes de viajar a Toronto mañana, donde iniciará en navidades su sexta campaña en la NBA. Este año, asegura, tiene "más ganas que nunca". El cierre patronal, en vías de solución en la negociación con los jugadores, ha hecho que todo sea atípico.

El base extremeño de los Raptors se ha alejado de las canchas, pero entrenar con el Barcelona B no es lo mismo que competir con los mejores. "El día 9 empezamos la pretemporada y a ver qué tal nos va. Tenemos nuevo entrenador Dwane Casey y todavía pocos jugadores en plantilla ocho, por lo que todavía no sabemos exactamente qué equipo podemos tener ni si podemos aspirar a jugar los playoffs . Ojalá. Somos un equipo tan joven que yo soy el más mayor", afirmó.

EN POSITIVO El nuevo convenio colectivo que se va a firmar lo interpreta Calde de una sola manera: "Ha ganado el baloncesto. Igual no es tan bueno como el anterior, pero hay que adaptarse todos. Si se firma, es que es positivo. Ya se verá a la larga si es así". Respecto a la incertidumbre de los últimos meses y la posibilidad de fichar por un club europeo temporalmente, admitió que en las últimas semanas se mantuvo informado sobre el interés que existía por parte de algunos de ellos. "Mi idea siempre ha sido no firmar por nadie a no ser que no hubiera temporada de NBA", recordó.

Al final de la temporada aparecen los Juegos Olímpicos de Londres, una cita para la que se mostró muy ilusionado. "Haremos un esfuerzo después del oro en el Eurobasket. Es un reto muy bonito y ojalá pudiésemos estar en la final y ganarla, que es lo que nos faltó en Pekín", apuntó.

Sobre la campaña Dona 1 día de Unicef, lamentó que "en el siglo XXI haya niños que no puedan comer y tener un futuro" y calificó como "un placer" prestar apoyo. Enviar un SMS al 28028 al coste de un euro ayuda a alimentar al tercer mundo .

Una curiosidad final: el acto tuvo lugar en el Hotel Don Manuel, edificado en el solar del antiguo Colegio San Antonio, en el que Calderón jugó con el Doncel siendo niño.