El portero español Iker Casillas abandonó ayer la unidad de cuidados intensivos en la que se encontraba tras sufrir un infarto de miocardio el miércoles y evoluciona favorablemente, según la información divulgada por su club, el Oporto. Casillas «pasó para cuidados intermedios y todos los parámetros evolucionan dentro de la normalidad», señaló el club en un comunicado.

El guardameta, que no presenta complicaciones, muestra «buena disposición y el sentido del humor habitual», añadió. Casillas permanece ingresado en el Hospital CUF de Oporto, donde entró el miércoles de urgencia tras sufrir un infarto agudo de miocardio durante un entrenamiento, por el que tuvo que ser sometido a un cateterismo.

La periodista española Sara Carbonero, esposa de Casillas, apuntó que el jugador podría salir en unos días, probablemente el lunes, en unas breves declaraciones a los medios a su llegada al hospital.

A pesar de que evoluciona favorablemente, aún es una incógnita cuándo podrá retomar la actividad deportiva. La plantilla del Oporto visitó en la tarde de ayer al guardameta español.