Celta de Vigo: Pinto; Angel, Contreas, Tamas, Placente; Oubiña, Iriney; Gustavo López (Gustavo López, m. 57), Canobbio (Guayre, m. 78), Nené (Jonathan Aspas, m.64); Baiano.

Gimnastic: Bizzarri; Calvo, Navas, Matellán, Mingo; Morales, Generelo (Merino, m.64) Campano, Juan Díaz (Cuellar, m.51); Pinilla (Rubén Castro), Portillo.

Goles: 1-0-Oubiña m.49. 1-1-Portillo, m.76.

Arbitro: Fernández Borbalán (Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Placente, Angel, y a los visitantes Morales.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima primera jornada disputado en Balaídos ante unos catorce mil espectadores. El entrenador del Celta Fernando Vázquez vio el partido desde la grada, sancionado.

Ni contra el colista de la tabla y peor equipo visitante de la Liga, el Gimnastic, pudo el Celta romper su mala racha de resultados (con éste diez partidos consecutivos sin ganar) al ceder un nuevo empate en su estadio, y eso a pesar de adelantarse en el marcador nada más comenzar la segunda parte del encuentro.

Un resultado que mantiene al equipo vigués al borde del descenso y a su entrenador, Fernando Vázquez, de la destitución, tras una semana llena de rumores alimentados desde la propia directiva sobre posibles "medidas extraordinarias" en caso de un nuevo traspiés y más frente al que dice la tabla es el peor equipo de Primera y que se resiste a su agonía. Encaró el Celta el partido decidido a poner remedio a los males que le aquejan, sobre todo los que tienen que ver con su falta de actitud sobre el césped. Mejoró su puesta en escena con unos jugadores mucho más implicados que de costumbre, pero ni con esas pudo vencer.