"Yo siempre soy sincero. A veces demasiado. Y alguna vez me ha costado caro". La tarjeta de visita de Alberto Macías Chapi lo explica todo. Convertido en uno de los referentes del Cacereño, a él le dolió como a nadie la remontada sufrida en San Fernando (del 0-2 al 3-2 en apenas 15 minutos). "Fue muy raro. Sigo sin creerlo, porque el lo teníamos controlado. Pecamos de panolis . No paramos el partido y con el primer gol, ellos se vinieron arriba", analizó ayer, en la comparecencia semanal de un futbolista del equipo en Marca Sports Café.

"Nos entró el miedo y al final nos arrollaron", amplió el andaluz sobre un domingo negro que el vestuario quiere borrar enseguida. "Hicimos un pacto para que esto no nos pase factura psicológicamente. Hay que olvidarlo. Es una anécdota", llegó a decir. Pero muy olvidado no parece, porque el tema volvió luego: "en 15 minutos pasamos de mirar arriba en la clasificación a hacerlo abajo". Y más adelante, hasta se quejó de que el Cacereño no repuso las cuatro bajas que se produjeron en el mercado de invierno: "El club ha pecado de confianza al no traer a nadie, porque ha quedado expuesto a que haya lesiones y sanciones, como ahora. El domingo echamos en falta a gente como Raúl Medina y Santi Amaro".

Al hilo de ello, Medina tendrá que seguir esperando para volver. Las últimas noticias es que su problema no es una bursitis, sino que se centraliza en el ligamento posterior. Se le ha diagnosticado reposo.

Ensayo inútil

A Chapi no le importó decir tampoco que al San Fernando no le ve "muy buen equipo", pero le reconoció que "no pierde la fe". "Lo que más me fastidia es que el modo en el que nos metieron los goles habíamos ensayado cómo pararlo el día antes. Sabíamos que hacían daño en la segunda jugada. Pero no estuvimos concentrados y nos entraron los nervios", añadió.

Su gol y la mejoría en su nivel quedaron pues en un segundo plano. "Para mí es lo último cuando el equipo pierde, pero tengo que estar contento. Es cierto que llevaba unos partidos mal, pero ya ante el Almería B me encontré mejor, lo mismo que en San Fernando. Físicamente estaba bien, pero en cuanto al juego son rachas. A veces salen las cosas y a veces no. Es algo que ya ha pasado y que espero que suponga un empujón hacia arriba", analizó.

Y el domingo, el Villanovense, un rival que, dijo, le gusta mucho, sobre todo jugadores como Anxo y Willy. "Me encantan. Desbordan, son rápidos e incisivos. Y no les importa atacar con mucha gente. Pero nosotros saldremos a ganar. Debe ser un punto de inflexión. Estamos jugando bien", apuntó, recordando la remontada de la primera vuelta, cuando dos tantos de Juli Ferrer en los minutos finales convirtieron un 1-0 en un 1-2.

La sinceridad de Chapi se atreve hasta con el fútbol nacional. Quienes le sigan en Twitter sabrán que es muy crítico con la temporada del equipo de sus amores, el Sevilla. "Es que me da mucho coraje. Hay cada jugador ahí que no lo veo ni para Primera División", espetó. Tampoco le gustó el partido que hizo el Málaga --el equipo para el que supuso una pesadilla en Copa-- en Oporto el martes: "Fue una imagen penosa: Le pasó factura la Champions .".