Si en algo coincidieron ayer los entrenadores de Cacereño y Melilla fue en afirmar que había sido un buen partido. Y en ello tuvo mucho que ver el perfecto estado del césped del Municipal de Miajadas. Los jugadores verdes al principio se sintieron "extraños", como reconoció Julio Cobos, aunque poco a poco se fueron haciendo con el dominio. "Da gusto poder jugar al fútbol, poder tocar el balón", añadió. Pero el preparado de Valdehornillos lo tiene claro, prefiere seguir jugando en el Príncipe Felipe, con todo su público. Santi Amaro piensa igual, aunque con matices: "Prefiero jugar en nuestro estadio, pero con el césped de este. Es un campo perfecto, rápido, sensacional".

"Estamos habituados a hacer otro tipo de fútbol y al principio nos ha costado", explicó el técnico, que felicitó al portero del Melilla, que evitó que el Cacereño se quedara los tres puntos. "Ante un buen equipo no hemos pasado apuros y además hemos creado muchas ocasiones para ganar el partido", añadió. "En la segunda vuelta va a costar mucho sacar puntos. Vamos a ver qué somos capaces de hacer".

El técnico del Melilla, Juan Moya, dio por bueno el punto y afirmó que "se nos ha aparecido la virgen", dijo en referencia a la última jugada, en la que pudo marcar Santi Amaro.