Con los positivos del atleta ruso Anton Galkin, eliminado en semifinales de 400 metros, y del halterófilo húngaro Ferenc Gyurkovics, medalla de plata el martes pasado en 105 kilos, son ya 20 los deportistas expulsados de los Juegos Olímpicos por dopaje desde la apertura de la Villa Olímpica, el 30 de julio. La mitad de ellos son levantadores de pesas. A esa cantidad habría que sumarles la exclusión de los atletas griegos Kenteris y Thanou por violación del reglamento.

Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), aseguró ayer que no ha aumentado el porcentaje de tramposos sino que los métodos para detectar el dopaje "son mucho mejores ahora". Tanto el Comité Olímpico Húngaro como la federación de halterofilia de ese país han reconocido el positivo de Gyurkovics por el esteroide anabolizante oxandrolona. Otro húngaro, Adrian Annus, campeón olímpico de martillo, tendrá que someterse a nuevos controles, pero en estos momentos se encuentra en paradero desconocido.

COINCIDENCIA El representante de Annus, Pal Gabor, es el mismo que el del campeón de lanzamiento de disco, Robert Fazekas, que fue desposeído del oro y expulsado por haber querer dar el cambiazo de la muestra de orina y no depositar una cantidad suficiente de orina en el control.

Hasta el jueves, el COI había realizado 2.300 controles de los 3.000 que tiene previsto hacer durante los Juegos de Atenas. El presidente del COI explicó ayer que el hecho de que se estén detectando más positivos en relación a anteriores Juegos no significa que antes hubiera menos dopaje que en la actualidad. "La realidad es que el engaño siempre existe, pero hemos progresado mucho y encontramos a más tramposos".