Comparar el dopaje con el botellón puede parecer algo exagerado, pero al final, todo es cuestión de educación, "de preparar a los chavales". Quien así lo ve es Pablo Villalobos, almendralejense y presidente de la Asociación de Atletas del Equipo Nacional que el viernes pronunciará en Mérida la ponencia inaugural del I Congreso Nacional de Protección de la Salud en el Deporte y Prevención del Dopaje, un foro organizado por la Fundación Jóvenes y Deporte y la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte que se desarrollará durante dos días.

Hablará Villalobos de sus experiencias particulares, de cómo ha visto a compañeros de 'batalla' desposeidos de una medalla por hacer trampa. En su ponencia titulada 'Cómo afecta el dopaje al deportista limpio' contará las dificultades que muchas veces tienen para subsistir los que acatan las normas. "Los premios se dan por ranking, por promedios objetivos, y si hay algunos que van hasta las orejas, eso dificulta a los demás conseguir premios".

"El dopaje nos hace daño a todos", pero recuerda que el dopaje en el deporte de élite "es solo la punta del iceberg, porque esto es un negocio".

Argumenta lo anterior señalando que "el 90 por ciento del dopaje no lo consumen deportistas federados", sino pequeños usuarios, cualquier ciudadano de a pie, que quiere mejorar su rendimiento o su físico en poco tiempo y con el mínimo esfuerzo. "Esto sucede porque hay poca percepción del riesgo, no lo ven como nada malo". Y ahí es donde entra la educación de los chavales desde el colegio.

Todos los casos de dopaje de grandes deportistas que salen a la luz "hacen mucho daño a la credibilidad del deporte --dice Villalobos--, pero no debemos olvidar que venimos de un escenario casi sin controles. Antes había mucha impunidad y debemos alegrarnos de que eso esté cambiando ahora. Cada vez se estrecha más el cerco. Esperemos que eso sirva para desincentivar el 'doping'".

Al final, dice, lo mejor es "ser conscientes de los límites de cada uno", saber hasta dónde se puede llegar y, si alguien te gana, felicitarle. Esa es la tendencia, aunque siempre habrá quien quiera saltarse las normas. "Hay un cambio de mentalidad a nivel social, ya no sirve ganar una medalla a costa de todo", añade satisfecho.