El Melilla es el clásico por antonomasia de la LEB Oro. Desde que se creó la competición en 1996 no ha fallado a una sola edición. Unas veces ha estado cerca de subir a la Liga ACB y otras de bajar, pero pocas temporadas fueron frustrantes como la pasada, cuando se quedó fuera de los playoffs tras perder los últimos ocho partidos.

La consecuencia es que únicamente dos jugadores continúan en la plantilla --el alero Marcos Suka-Umu y el veterano pívot Nacho Romero-- y se han redoblado esfuerzos para hacer un grupo competitivo, con muchos jugadores experimentados en la categoría. El caso más significativo es el de Joan Riera, un base que pasó inadvertido en sus dos años en la ACB (con Estudiantes y CAI Zaragoza) y que en la LEB se ha sentido como pez en el agua con un juego que combina la anotación y el pase, según convenga. En su juventud jugó en Plasencia en EBA.

MAS NOMBRES Con José Antonio Marco como reserva, Riera está rodeado de un juego exterior con muchos especialistas en el tiro, como el propio Suka-Umu, Troy DeVries o Salva Arco, que interesó al Cáceres el pasado verano. Es el tipo de jugador al que no se puede dejar solo.

Por dentro, no parece que Romero --plata con España en el Eurobasket de 1999-- vaya a salir del papel casi simbólico que ha tenido en las últimas temporadas (ya lleva siete en la ciudad autónoma). A sus 38 años, por delante tiene al máximo reboteador de la pasada LEB Oro, Kyril Wachsmann (Alcázar), a otro jugador muy físico como Dinma Odiakosa (La Palma) y a Héctor Manzano, que ejerce el papel de '4' abierto que en el Cáceres tiene José Angel Antelo. Ridge McKeither, que también puede jugar de alero, es el único hombre sin experiencia en competiciones nacionales, proviniendo directamente de la liga universitaria americana. Destaca por su capacidad de salto.