OPORTO - 0: Helton; Sapunaru (Tomás Costa m.83), Bruno Alves, Rolando, Cissokho; Lucho González, Fernando, Raúl Meireles; Lisandro (Farías, m.92), Hulk (Mariano González, m.88) y Cristian Rodríguez.

ATLETICO DE MADRID - 0: Leo Franco; Perea, Pablo, Ujfalusi, Antonio López; Maxi Rodríguez (Forlán, m. 53), Paulo Assuncao, Raúl García (Maniche, m. 72), Simao; Sinama Pongolle (Miguel de las Cuevas, m.79) y Kun Agüero.

ARBITRO: Pieter Vink (Holanda). Amarillas a los locales Hulk y a los atléticos Perea y Ujfalusi.

INCIDENCIAS: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones.

El Atlético de Madrid empató (0-0) ante el Oporto y se quedó fuera de los cuartos de final de la Liga de Campeones por el valor doble de los goles (2-2, en la ida), en una cita que condenó el conservadurismo de los madrileños.

Abel Resino, técnico del Atlético, sorprendió con una alineación en la que eligió al francés de Sinama Pongolle, en detrimento del uruguayo Diego Forlán, el máximo goleador del conjunto, con la que el técnico madrileño pretendía más velocidad y dinamismo en ataque.

Sin embargo, el cambio táctico, que otorgó equilibrio defensivo, dejó al argentino Kun Agüero aislado, ya que en las jugadas en las que el Atlético conseguía llegar a línea de fondo y centrar, faltaba un matador del área.

El Oporto, al contrario, tomó la iniciativa del partido y atacó con insistencia por los costados, donde el punta brasileño Hulk fue el más buscado.

FRENADO Sus embestidas ya no eran nuevas para la defensa rojiblanca y los hombres de Abel Resino aprendieron la lección de la ida, en la que el huracán brasileño se exhibió. La zaga española le anuló con un marcaje muy estrecho, en el que un jugador se pegaba literalmente al delantero y otro apoyaba de cerca. Desactivado el mayor dolor de cabeza, el argentino Lisandro López y el uruguayo Cristián Rodríguez cayeron por su propio peso.

El sistema defensivo planteado por Abel Resino funcionaba a la perfección y, después de quince minutos de dominio local, el Atlético se desperezó.

El centro del campo estaba fuertemente armado, con un gran Paulo Assunçao, que a pesar de los silbidos recibidos en su vuelta al estadio Do Drago, no se intimidó y fue un auténtico pulmón en la medular.

El Atlético, así, ya avistaba la portería del brasileño Helton y el luso Simao Sabrosa, también objetivo de sonoras pitadas por su pasado benfiquista, protagonizó una jugada en la que Bruno Alves parece derribarle en el área.

El Atlético se fue a los vestuarios con buen sabor de boca y con la sensación de poder dar la vuelta a la eliminatoria.

Sin embargo, la buena tendencia del equipo rojiblanco registrada al final del primer periodo no tuvo continuación.

El medio centro brasileño Fernando fue uno de los destacados en la medular lusa, en la que ejerció con intensidad defensiva y criterio en el pase.

Precisamente, un desplazamiento suyo llegó a Hulk, que, por primera vez, desbordó por la derecha, e inyectó un venenoso pase, interceptado por la zaga del Atlético. Forlán, que entró al comienzo de la segunda parte, pareció tener un efecto intimidatorio en la defensa local, pero sin traducirse en ocasiones claras.

Los golpes francos del Oporto, sin embargo, empezaron a amenazar la portería de Leo Franco, que salvó, casi consecutivamente, un disparo de Raúl Meireles y un cabezazo peligroso de Cristián Rodríguez.

El Atlético, incomprensiblemente, bajó los brazos y el Oporto empezó a asediar al guardameta argentino.

El conservadurismo condenó a los hombres de Abel Resino en Do Dragao, donde no mostraron el valor suficiente para dar la vuelta a una eliminatoria que se lleva el Oporto con justicia gracias al valor doble de los goles.