Acabó la temporada en Primera División en lo que para los dos grandes fue una tarde de despedidas, aunque de muy distinto calibre: el Bernabéu se dividió entre el apoyo y el silbido a José Mourinho, mientras que el Camp Nou se vino abajo para decir adiós a Eric Abidal. Al margen de ello, tanto Real Madrid (4-2 a Osasuna) como Barcelona (4-1 al Málaga) ganaron sus encuentros. Con ese triunfo, los azulgranas igualan el récord de 100 puntos de los blancos.

La 'era Mourinho' se cerró con más ruido alrededor de su figura que fútbol. Asegura Florentino Pérez que el madridismo está más unido que nunca. Sabe el presidente reelegido por cuatro años más si no se presenta un candidato, que su afirmación es una manera de mirar hacia otro sitio y dar la espalda a la realidad. Lo comprobó en el último capítulo de una Liga que el Real Madrid no peleó y ya había perdido en diciembre, en el parón navideño.

El fútbol pasó a un segundo plano. Es la herencia que deja Mourinho, división en el madridismo. Aficionados de espalda al juego para insultar a periodistas señalados por el técnico portugués. Desafíos desde los ultras cantando sin cesar el nombre de Mourinho y siendo respondidos con silbidos del resto de hinchas.

El balance de sus tres años una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa es pobre y el juego, con la plantilla más cara de su historia, no ha mejorado.

Otro que pareció despedirse fue Higuaín, que expresó tras el choque su necesidad de cambiar de equipo. El argentino fue el autor del 1-0 (min. 35). Después marcaron Essien (2-0, min. 38), Roberto Torres (2-1, min. 52), Cejudo (2-2, min. 64), Benzema (3-2, min. 69 y Callejón (4-2, min. 88).

FACIL A LOS 100 Un cuarto de hora necesitó el Barcelona para poner la Liga a cien. Un 3-0 en quince minutos que dejó KO a un Málaga indolente al que la temporada se le empezó a hacer demasiado larga desde su dolorosa eliminación en cuartos de final de la Liga de Campeones a manos del Borussia Dortmund. En la segunda parte, un gol por cada equipo dejaron un 4-1 que resultó definitivo.

Que el conjunto catalán igualara los cien puntos conseguidos por el Real Madrid la temporada pasada era el único aliciente deportivo de un encuentro con sabor a despedida.

Para Eric Abidal, quien disputó sus últimos minutos como azulgrana, Manuel Pellegrini, que la próxima campaña entrenará al Manchester City, y probablemente para jugadores como Isco, Joaquín o Villa, quien quizá marcó esta tarde su último gol con la camiseta del Barça.

Resulta paradójico que el año en el que más se ha discutido el juego de los de Tito Vilanova, en el que se ha puesto por primera vez en duda su estilo y su hegemonía, en el que incluso se ha hablado de cambio de ciclo, el Barcelona haya hecho la mejor Liga de su historia, haya dejado al eterno rival quince puntos por detrás y haya firmado su mejor marca goleadora de siempre (115 tantos).

Al Barça le bastó mantener la posesión del balón y tres zarpazos en sus tres primeras llegadas para dejar el partido sentenciado en un solamente cuarto de hora (1-0: David Villa, min.3; 2-0: Cesc, min.14; 3-0: Montoya, min.16; 4-0: Iniesta, min.52; 4-1: Morales, min.58).