Ismael Díaz, entrenador del Cacereño, dijo que "ha sido una derrota amarga, pero se ha caído como los grandes, marcando dos goles fuera de casa y con un jugador menos".

"Esta derrota no significa nada porque seguimos aspirando a todo, ya que la clave del partido estuvo en dos errores propios, el del primer gol, en los minutos iniciales, que hizo que jugáramos contra corriente y al límite, y después de dos remontadas llegó el segundo gol", añadió.

"No hemos tenido suerte, pero en el cómputo general hemos merecido como mínimo el empate", destacó el técnico, quien resaltó que "el partido ha sido un lujo para la categoría: no todos los días se ven cinco goles, emoción, buen juego y ocasiones".

Paco Chaparro, entrenador del Ecija, se mostró satisfecho, aunque reconoció que "otras veces se ha jugado mejor y se ha perdido".