El Diocesano supo descifrar mejor que su rival los códigos del derbi y se llevó los tres puntos del polideportivo municipal Tomás de la Hera demostrando su experiencia en este tipo de partidos de rivalidad. Fue un encuentro feo, con pocas ocasiones y, por momentos, falto de ritmo. Pero ahí, en ese juego de arenas movedizas, el Diocesano supo sacar partido y resultó determinante en los minutos de la verdad liderado por un Pablo Margallo colosal. El capitán del Diocesano protagonizó una exhibición de fútbol y control del juego que, además, embelleció con un golazo de biblioteca.

Almendralejo sólo tuvo opciones en la primera mitad. De hecho, Rodrigo perdonó en el primer minuto la mejor ocasión para los locales, aunque en realidad fue Oriol, el portero del Diocesano, el que intervino para evitar el tanto. A renglón seguido, Moroba de cabeza también tuvo el gol para los locales, pero su remate se marchó fuera lamiendo el poste.

El partido se rompió en la segunda parte. Fue en el minuto 71 de juego cuando Pablo Margalló desniveló la balanza. Condujo una contra por la banda derecha, unos metros metido en campo contrario, y cuando todo el mundo esperaba el centro, se sacó un chut plano, liso y flotante que se coló por la escuadra de la portería de Juan María. Un golazo soberbio que abría el derbi.

Con Almendralejo buscando el empate, Iván fue determinante. Primero remató a la red un gran centro de Alex por la banda derecha. Y, sólo un minuto más tarde, aprovechó un balón largo a la espalda de la zaga para de sutil vaselina hacer el tercer gol y cerrar definitivamente el partido.

El Diocesano supo leer mejor el encuentro en la segunda mitad y dio una alegría a las decenas de cacereños desplazados hasta Almendralejo. Ahora suma 21 puntos, a uno del Almendralejo, aunque tiene pendiente el choque aplazado ante el Peña León en el Manuel Sánchez Delgado.