DIOCESANO - 1: Sergio, David, Juanma, Pérez, Paco, Moisés (min. 89, Valentín), Diego, Manu, José Pedro (min. 72, Rubio), Germán (min. 77, Julio) y Onnais (min. 60, Jaime).

ALCORCON - 0: David, Nacho, Iván, Juan (minuto 62, Rico), Alex, Dani, Martí (minuto 58, Víctor), Corrales (minuto 67, Moha), Luis Carlos, Isma y Gonzalo.

GOL: 1-0-Min. 12: José Pedro.

ARBITRO: Pavón Guillén. Sin complicaciones. Amarillas a los locales Moisés y José Pedro y al visitante Daniel.

INCIDENCIAS: Partido de la segunda jornada del grupo V de División de Honor juvenil.

Primer triunfo del Diocesano en su tercera temporada consecutiva en la élite del fútbol juvenil. El equipo de Adolfo Senso venció (1-0) a un Alcorcón peleón y duro que puso el triunfo muy difícil para los cacereños, que sin embargo fueron merecedores de llevarse los tres puntos.

El gol de José Pedro fue la clave de un partido entretenido, especilmente en la primera parte. Los locales fueron mucho mejores en este primer tiempo. El tanto fue tras un centro de Manu rematado por el delantero local (min. 12).

A partir de hoy, el 'Dioce' tuvo las ocasiones más claras, pero no pudo concretar en lo que hubiera podido ser un triunfo más holgado y tranquilo. El ejemplo más claro de esta superioridad fueron tres lanzamientos al palo durante estos primeros 45 minutos, con protagonismo para Germán, Moisés y Diego. Mientras tanto, los madrileños apenas se acercaron.

En el segundo tiempo hubo más igualdad. Incluso el Alcorcón tuvo más tiempo la pelota en su poder, pero tampoco creó excesivo peligro. El equipo madrileño recurrió al fútbol directo y de estrategia que moría siempre en las manos de Sergio.

El Diocesano, a la contra, tuvo una oportunidad para haber sentenciado y se produjo en la última parte de esta mitad, tras un pase a la espalda a la defensa que llegó a Rubio, que no supo definir delante del portero.

En definitiva, triunfo muy valioso para los colegiales, que en la primera jornada habían perdido en Leganés. Siempre es importante sumar, y también en estos inicios, cuando los equipos tienen que coger confianza. Y el Diocesano ya la tiene.