No hubo sorpresas. Los empleados de la Federación Extremeña de Fútbol confirmaron ayer que, no habiéndose cumplido el compromiso de la territorial de abonar las siete mensualidades atrasadas antes del 15 de marzo, se mantiene la convocatoria de huelga para la semana del 18 al 24 de marzo (y del 1 al 14 de abril, si no hay solución a sus demandas), con lo que mañana iniciarán el paro, lo que hace peligrar la celebración de la jornada en Tercera, Preferente y Primera Regional, además de los Juegos Deportivos Escolares (Judex), que afectarían a 20.000 futbolistas, 4.000 de ellos de fútbol sala.

Los empleados vuelven a quejarse de "la difícil situación laboral" que vienen arrastrando desde hace más de un año. Los impagos comenzaron a finales de 2011 y se han ido repitiendo durante todo 2012 y principios de 2013, ha matizado.

A LA EXPECTATIVA Hace varias semanas enviaron una carta a la Federación Española comunicándole la situación y solicitando una reunión para informarles, sin que ésta haya contestado hasta el momento. Aun así, dicen que la RFEF "no es responsable", pero que entendían que ésta debía ser informada para poder "tomar medidas que ayudasen a resolver el conflicto".

El siguiente paso de los trabajadores fue pedir una mediación con los responsables de la empresa (la federación), en la cual se alcanzó un acuerdo para el cobro de estas mensualidades.

La Junta Gestora de la Federación Extremeña, recuerdan, se comprometió a abonar la totalidad de la deuda con los trabajadores en 15 días, hasta el 15 de marzo. Sin embargo, las gestiones llevadas a cabo por Antonio Aldana en Madrid fueron totalmente infructuosas.

Esta convocatoria de huelga, según recoge el comunicado, supondrá el cierre total de todas las oficinas y delegaciones dependientes de la federación, "con todas las consecuencias que se puedan derivar de ello".