Los atletas paralímpicos recuperaron hoy la senda del éxito tras la discreta jornada de ayer para colgarse ocho de las 129 medallas en juego y sumar así un total de 30 metales, lo que sitúa a la delegación española provisionalmente en el décimo puesto del medallero.

Por quinta jornada consecutiva el éxito español se fraguó en el Cubo de Agua, de donde salieron seis medallas, una de oro, tres de plata y dos de bronce, que vinieron a sumarse a los dos bronces que por la mañana salieron del Gimnasio de la Universidad de Pekín, donde se disputa la competición de tenis de mesa.

El nadador canario Enhamed Enhamed, ciego total, se regaló el día su 21 cumpleaños un oro en los 400 metros libres categoría S11, en la que derrotó con claridad al chino Yang Bozun y al canadiense Donovan Tildesley. Después de que Yang liderase la prueba en los 150 primeros metros la segunda mitad de la prueba sólo tuvo un color, el gris del gorro del nadador de Las Palmas, que no pasó ninguna dificultad para colgarse su segundo oro en Pekín tras el obtenido en los 100 mariposa y sumar el quinto para España.

Fue el momento más brillante de la jornada aunque otros nadadores estuvieron muy cerca de escuchar el himno español desde lo más alto del podio. Por ejemplo, los componentes del equipo de relevo de 4x50 libre, Richard Oribe, Daniel Vidal, Jordi Gordillo y Sebastián Rodríguez, que obtuvieron una plata que pareció oro hasta el sprint final, en el que Yang Yuanrun dio el título al cuarteto chino ante el alborozo de un público entregado con sus nadadores.

"Estoy muy contento. Lástima por el segundo, porque nos hemos merecido mucho más. Esperábamos ganar el oro pero, aún así, estamos muy contentos", afirmó el español Jordi Gordillo, encargado de realizar el tercer relevo.

No tan cerca estuvo el extremeño Enrique Floriano, que sucumbió ante el poderío mostrado por el bielorruso Sergei Punko, quien batió el récord del mundo en la final de los 400 metros libres categoría S12 con un tiempo de 4:08.64, rebajando en casi tres segundos la anterior plusmarca, también en su poder. "Hice lo que pude. Defendí la segunda plaza y hemos hecho lo que hemos podido", resumió Floriano, que participa en pruebas reservadas a minusválidos visuales, al concluir la prueba.

La tercera plata de la tarde acabó en el cuello de Vicente Gil tras la final de los 50 metros braza categoría SB3, en la que el japonés Takayuki Suzuki se proclamó campeón paralímpico y en la que el también español Manuel Luque acabó tercero y con la medalla de bronce. "El tiempo que he hecho era para haber ganado. Es el tiempo que quería hacer, pero no pensaba que el japonés fuese a hacer también el tiempo que ha hecho", sostuvo Gil, quien agregó que, con todo, está "contento" por la plata obtenida, la misma que consiguió en los Juegos de Atenas 2004.

Por su parte, Luque, toda una institución en la prueba al haber sido dos veces campeón mundial, una europeo y oro en Sydney 2000 y Atenas 2004, se tuvo que conformar con el bronce con un registro de 52.83. "Venía a ganar, pero habrá que esperar cuatro años. ¡Qué remedio!", dijo Luque antes de señalar que se pasó toda la prueba "recogiendo" al japonés debido a su "mala salida".

El otro bronce español de la tarde fue para el gallego Pablo Cimadevilla en los 200 metros estilos SM5, en la que el brasileño Daniel Dias cumplió los pronósticos y se hizo con el oro con suma facilidad y tras batir el récord del mundo por delante del chino He Junquan. "Me ha tocado nadar con la afición en contra (ya que estuvo apoyando al chino He, plata) y contra Dias, que va a ser elegido mejor deportista de estos Juegos. Estar detrás de esta gente es como para estar orgulloso", afirmó el pontevedrés de 29 años, que sufre paraplejia desde los cuatro años.

Pero las primeras medallas, ambas de bronce, se consiguieron por la mañana y salieron de la mesa de ping pong, donde los andaluces Tomás Piña y Álvaro Valera se impusieron en sus respectivos partidos por el tercer puesto. Piñas derrotó con rotundidad al brasileño Luiz Algacir Silva en tres sets (12-10, 11-7 y 11-9), mientras que Valera hizo lo propio con el estadounidense Mitchell Seidenfeld al que venció en cuatro mangas (13-11, 16-14, 7-11 y 11-5).

Con estos resultados la delegación española llega a al ecuador de la competición con 30 medallas, cerca de la mitad de las 70 que se propuso como objetivo en estos Juegos Paralímpicos.