ESPAÑA: Sterbik; Víctor Tomás (3, 1p), Maqueda (3), Morros (1), Ugalde (2), Cañellas (1) y Raúl Entrerríos (4) --equipo inicial-- Pérez de Vargas (ps), Gurbindo (-), Aginagalde (2), Antonio García (1), Baena (-), Rivera (4, 1p), Mindegia (-), Del Arco (1) y Dujshebaev (1).

DINAMARCA: Landin; Svan (2), Christiansen (2), Mensah Larsen (1), Hansen (3), Eggert (3p) y Toft Hansen (2) --equipo inicial-- Moller (ps), Lynggaard (-), Mortensen (1), Lauge (-), Noddesbo (5), Lindberg (1), Mollgaard (1), Damgaard (6) y Balling (-).

MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 4-1, 5-2, 6-5, 9-7, 11-9 y 14-11 (descanso) 15-12, 16-15, 18-18, 18-20, 19-24 y 27-23.

La selección española de balonmano dio un paso atrás en el camino hacia las semifinales del Europeo, y deberá ganar a Hungría y Rusia para poder pelear por las medallas, tras perder por 23-27 ante Dinamarca, en un encuentro en el que el conjunto español se desplomó por completo en la segunda mitad.

Ni la excepcional actuación del guardameta Arpad Sterbik, que por momentos superó el 75% de paradas, ni el excelente trabajo defensivo de los hispanos en la primera mitad, evitaron el derrumbamiento.

De la mano de un lúcido Raúl Entrerríos, España solventó sus cuatro primeros ataques con cuatro goles, que permitieron a los de Manolo Cadenas dar el primer estirón (4-1) en el marcador.

Pero en un Europeo nada es sencillo y mucho menos cuando enfrente se encuentra un rival como Dinamarca, por lo que bastó que la selección española perdiera mínimamente la claridad en ataque para que los nórdicos volviesen a ajustar (6-5) a la carrera el marcador.

El conjunto danés, lastrado por la gris actuación de Mikkel Hansen, vio como de nuevo España volvía a distanciarse en el tanteador (13-9) bajo la dirección de un impecable Raúl Entrerríos.

HUNDIMIENTO Con 14-11 arrancó la segunda parte, en la que España careció de la claridad ofensiva del primer período. Irrumpió el pivote Jesper Noddesbo, que con cuatro goles permitió a Dinamarca reducir su desventaja a un 17-16.

La excelente actuación del portero Arpad Sterbik retrasó lo inevitable: que Dinamarca se pusiese por primera vez por delante (18-19) apenas superado el ecuador de la segunda mitad. Toda una prueba de madurez para el conjunto español, que, en un visto y no visto, pasó de jugar por ampliar su renta a verse obligado a tener que remontar una desventaja (18-23) que ya no supo remontar.