Sete Gibernau (Movistar Honda RC 211 V) logró su segunda victoria consecutiva al adjudicarse el triunfo en el Gran Premio de Francia de MotoGP que se disputó en Le Mans a la vez que el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) fallaba por segunda vez a la hora de pisar el podio.

Las palabras de Rossi de principio de temporada, tras su victoria en Suráfrica, en las que reconocía que sería un año difícil el de 2004 a pesar de la victoria, comienzan a tomar forma después de verle sufrir como lo hizo en Francia, incluso antes de la salida oficial de la carrera, cuando su moto decidió no arrancar.

Tuvo que ser asistido por sus mecánicos y, con el reglamento técnico en la mano, artículo 26, tan sólo uno podía asistirle en ese momento, cosa que no sucedió, y que le hubiera obligado a salir desde el pit lane con el consiguiente trastorno.

Legalidad al margen, la prueba de MotoGP dejó claro que el actual líder, el español Sete Gibernau y su Movistar Honda RC 211 V lo son por buenas razones, llevan dos victorias consecutivas y se afianzan en el liderato, máxime después de asegurar estar aquejado durante todo el fin de semana de un proceso febril que le hizo emplearse más a fondo si cabe que en condiciones normales.

CONTROL ESPAÑOL Gibernau dominó la carrera con gran autoridad, a pesar de que en principio quien mandó fue su compatriota Carlos Checa (Yamaha YZR M 1), pero el autor de la pole position no tardó en asumir el mando de la carrera y marcar su propio ritmo para garantizarse una victoria mientras sus rivales deleitaban al numeroso público presente en Le Mans, más de 75.000 personas, desde primerísimas horas de la mañana, con vertiginosas acciones.

Checa sucumbió al ritmo de Gibernau y, mientras lo hacía, por delante se le arrimaron Biaggi y Rossi, que llegaron hasta él después de constantes intentos de adelantamientos y también más de un error de ambos.

Ese fue el interés de la carrera, pero la llegada de los doblados facilitó las cosas al español, que supo meter pilotos por en medio para que nadie le aguase una fiesta que acabó siendo española, pues fue la primera vez en la historia del motociclismo de este país que dos de sus pilotos acababan primero y segundo en la categoría reina.

No fue un triunfo aislado y la única victoria del motociclismo español en Francia, pues en los 250 c.c. Daniel Pedrosa (Movistar Honda) mandó de principio a fin y no dio opción a ninguno de sus rivales, que se fueron quedando por el camino sin posibilidad de darle cumplida réplica.

Desde la misma salida, el piloto de la Movistar Honda RSW imprimió un fuerte ritmo y mandó con autoridad. Se vio beneficiado en primera instancia por las caídas del italiano Roberto Rolfo (Honda) y Manuel Poggiali (Aprilia), que dejaron cortado al grupo perseguidor y a partir de ese momento supo guardar las distancias hasta atravesar solo la línea de meta.

Parecía difícil que se volviese a repetir la historia de Suráfrica pero, después de marcar el ritmo durante bastantes vueltas el italiano Roberto Locatelli (Aprilia) se dejó birlar la cartera por su compatriota Andrea Dovizioso (Honda) una vez más y a ellos, en el podio, les acompañó otro español, Jorge Lorenzo (Derbi), quien se subió de nuevo al cajón después de un inicio de temporada con ciertas imprecisiones de su escudería.