CACERES CREATIVA - 72: David Mediano (2), Francis Sánchez (15), Jeff Xavier (16), Ryan Humphrey (13), Jelani McCoy (4) --cinco inicial-- José Angel Antelo (8), Juan Sanguino (0), Lucio Angulo (4), Pablo Movilla (3), Carlos Cherry (7), Luis Filiberto García (0).

ADEPAL ALCAZAR - 50: Alvaro Frutos (2), Danny Brown (0), Eloy Almazán (11), José María Balmón (5), Kiril Wachsmann (0) --cinco inicial-- Nacho Guigou (4), Devin Wright (19), Fran Robles (1), Duane Virgil (7), Joe Alonso (2).

MARCADOR POR CUARTOS: 21-17, 45-25 (descanso), 62-37 y 72-50 (final).

ARBITROS: Martínez y Millera.

La herida tiene cura. El ahora Cáceres Creativa se reivindicó ante sí mismo y ante sus incondicionales con una expeditiva victoria ante el Adepal Alcázar (72-50) en un ejercicio plácido de baloncesto, en el que un espléndido segundo cuarto bastó para recuperar la senda del éxito.

De nuevo el grupo de Gustavo Aranzana mostró su mejor cara en casa. La incógnita que suponía saber la respuesta ante las sonrojantes derrotas de Melilla y Pamplona se despejó tan pronto la máquina extremeña funcionó. Diez minutos demoledores, de equipo fuerte de la LEB Oro, ahuyentaron cualquier atisbo de duda y solventaron un ejercicio sencillo, al que también ayudó sobremanera el rival.

Tras un primer cuarto más o menos equilibrado (21-17) en el que el Cáceres no acertó desde el exterior, llegó un segundo estupendo, casi mágico. La produccion ofensiva de Carlos Cherry y Ryan Humprey, tal como ocurrió hace 15 días ante el Lobe Huesca, fue capital en el despegue. Además, hubo espectáculo: fue todo un regalo para la vista la suerte de tapones protagonizado por Humphrey, intimidador impenitente bajo aros.

El entrenador visitante, el debutante Xavi García, se vio obligado a pedir dos tiempos muertos en el intervalo de cinco minutos para intentar parar, en vano, la avalancha local.

Un parcial de 20-2 finiquitó el choque a falta de un minuto para del descanso (44-23). Para ello fue determinante la irrupción arrolladora de Francis Sánchez, que hizo diez puntos consecutivos en un plis plas . A todo ello, los pívots visitantes --especialmente Virgil-- habían acrecentado su pánico ante McCoy y Humphrey. El primero, al que aún le falta un mundo para ser el que se pretende que sea, al menos cumplió en defensa. El resto lo hacen otros, entre ellos Antelo, otro de los destacados.

SEGUNDO TIEMPO El carrusel contínuo de cambios en unos y otros --aquello parecía una contienda futbolística veraniega-- restó cualquier ápice de competitividad a la segunda parte. Estaba todo sentenciado y de lo que se trataba era de cumplir el expediente de la mejor manera posible. Unos, a restañar heridas definitivamente ante un público que ayer reaccionó a lo grande, y que incluso en el inicio apoyó más que nunca esta temporada. Los otros, limitadísimos y solamente con Wright y Almazán como verdaderos argumentos, bastante tenían con intentar que la diferencia no fuera escandalosa.

El espectáculo decayó considerablemente hasta provocar ciertas dosis de aburrimiento. El Cáceres ya anotaba a cuentagotas, con la salvedad de Jeff Xavier, flojo en el primer tiempo, y el Alcázar aguantaba como podía sus inmensas limitaciones hasta casi pedir que aquel particular calvario terminase. Las varias decenas de aficionados manchegos presentes, por supuesto, también.

Afortunadamente para la grada, la noche dio para que tuvieran algunos minutos Chema Gómez y Luis Filiberto, que terminaron integrando un quinteto atípico, pero ideal para el momento que se vivía.

Cáceres sigue cuarto --ahora en solitario tras la nueva derrota del León-- y continúa dando síntomas de que tiene un bloque capaz de todo. Lo malo es que cuando viaja suele mostrar su cara más fea. Anoche, en cualquier caso, volvió a provocar felicidad.