La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) elevó a la categoría de «campeonas» a las 21 internacionales que lograron la medalla de plata en el Mundial femenino de categoría sub-20, disputado en Francia, entre ellas a la defensa extremeña Carmen Menayo.

«¡Gracias, campeonas!» fueron las dos palabras que ilustraron la llegada de las futbolistas a Madrid, tras su exitoso periplo en la Bretaña francesa. De la mano de un cuerpo técnico encabezado por Pedro López, la selección española alcanzó la primera final de un Mundial de la categoría.

«No ha sido un camino fácil, pero gracias a la unión, al sacrificio y a que todas hemos remado en la misma dirección ha sido posible llegar hasta aquí», dijo Patri Guijarro, elegida la mejor jugadora del certamen.

El conjunto español cedió, por 3-1, en la final ante Japón. La medalla de plata premia el cumplimiento de todos los compromisos que llenaban una lista que estaba visible en el vestuario del Estadio de la Rabine, en Vannes.

En esa lista, Eva Navarro se exigió «dar el máximo» y aportar «velocidad». Laia Aleixandri prometió a sus compañeras que no se rendiría «nunca». Maite Oroz, como capitana elegida por las demás, se propuso «que todas se sintieran parte del equipo» y Carmen Menayo «mantener la concentración y ser positiva». Candela Andújar aportó «valentía» y Claudia Pina se «sacrificó por el equipo» y ofreció «ayudas a las compañeras».

Esos propósitos, que se convirtieron en hechos, ayudaron a las internacionales a «conseguir este éxito». También «todo el apoyo recibido, que ha sido inmenso», valoró Aitana Bonmatí.

El subcampeonato del Mundial sub-20 se volvió un motivo de celebración para toda la expedición española. «Nos hubiera gustado traer el trofeo», reconoció el técnico Pedro López, «pero no lo hemos conseguido. Sí hemos dignificado nuestro deporte y hemos sido un ejemplo para todas las jóvenes españolas que practican deporte. Ahora la gente va a ver el fútbol femenino con una sonrisa. Ese es el mayor triunfo que nos traemos de Francia».

Por su parte, el presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, destacó el seguimiento que tuvo la final: «Casi un millón de personas han seguido el partido». Lo dijo «emocionado por todo lo vivido en los últimos días».