PLASENCIA GALCO: Mark Zoller (12), Dominick Martín (13), Mario Fernándes (0), Quique Suárez (5) y Jason Blair (24) -cinco inicial- Juliá Garrote (14), Rubén Ibeas (18), Nacho Fort (2), Jorge Lledó (6) y Miguel Angel Conejero (4)

OURENSE: Javier Alvarado (10), Zachary (11), Javier Salsón (19), Edward Nelson (20) y Alex Ros (7) - cinco inicial - C. Willians (0), Javier Vaca (0), Alberto Gómez (0), Ales Primc (7) y A. Sheburon (0)

ARBITROS: J. Carlos Rguez. De Rada y Jose M Valle Iglesias. No hubo eliminados

MARCADOR POR CUARTOS: 20-12, 54-35 (descanso), 76-55 y 98-76 (final)

Sin piedad, así fue como atacó anoche el Extremadura Plasencia Galco a un Ourense que navega a la deriva y sin patrón, ya que ni siquiera su entrenador Eloy Doce pudo venir a la Bombonera debido a unos problemas físicos y fue su segundo Osvaldo Gómez quién intentó poner orden en el caos.

Los visitantes nada más saltar al parqué se encontraron con la sorpresa de verse por delante (0-4) debido a la ya habitual lenta puesta en marcha del Plasencia, pero en cuanto el motor placentino se calentó ya no hubo marcha atrás, un parcial de 6-0 puso el turbo y desde entonces hasta la meta final fue un paseo triunfal, donde dio tiempo incluso de ir contemplando el paisaje y cuando la distancia fue humillante, 31 puntos, (89-58) a falta de 4:45, hasta los de Márquez pararon . La historia del encuentro se resume en un segundo cuarto pletórico de aciertos, nueve triples de diez intentos para Plasencia en este periodo rompen cualquier planteamiento, y lo mejor es que fueron hasta cinco jugadores distintos los que acertaron, desde todas las posiciones y Ourense ya se fue derrotado al descanso (54-35).

GRAN NIVEL El festival siguió, con un Ibeas motivadísimo que tenia algo que demostrar a pesar de la distancia y a pesar de su tobillo, con un Garrote, que sin enemigo enfrente se lo buscó en casa y en su lucha por ser el director de orquesta anoche fue él quién se vistió con el frac. Lo peor vendría al comienzo del último cuarto cuando Jorge Lledó se marchaba dolorido de su tobillo, un nuevo esguince en el tobillo distinto que le mantuvo en el banco. Pero ni la lesión del capitán hizo aminorar la marcha, tan solo tras la humillante ventaja reseñada de 31 puntos, hizo que los orensanos en un arranque de orgullo endosaran un parcial de 0-11 que maquilló el marcador. La asistencia mirando a la grada de Blair a Zoller, que se colgó del aro, en el último suspiro, puso el colofón.