Mar del Plata, ciudad situada en la costa del Atlántico a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, será la sede de la final de la Copa Davis de tenis entre Argentina y España, contra lo que quería el equipo local y, sobre todo, David Nalbandian. Argentina jugará en casa por primera vez sobre una superficie rápida y bajo techo y dejará de lado la tierra batida en la que buena parte de sus jugadores se han formado históricamente.

La elección de Mar del Plata por parte de la Federación Internacional (ITF) no era la esperada por los miembros del equipo argentino y causó una gran sorpresa, ya que se entendía que el estadio Orfeo cordobés superaba al Polideportivo de Mar del Plata, la otra ciudad postulada, en cuanto a las condiciones para ampliar su aforo a 12.000 plazas, como lo exige la entidad. Los propietarios del Orfeo habían dispuesto que las obras de ampliación comenzaran días antes de la segunda inspección de la ITF, efectuada por su administradora, Justine Albert, tras la postulación de Mar del Plata, aunque no hubiera todavía confirmación por parte de la ITF sobre la elección de la sede.

La decisión de los dirigentes de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) de proponer a Córdoba como sede había sido "absolutamente deportiva", dijeron. Nalbandian afirmó que la final tenía que disputarse "en Córdoba", su provincia natal, en momentos en que se desarrollaba el mes pasado en Buenos Aires la semifinal con Rusia y se perfilaba España como rival.

Los argumentos para abandonar la tierra batida fueron convincentes para el capitán Alberto Mancini: altitud, piso duro y bajo techo. Todo en contra de Nadal, el mejor del mundo, al que el tenista cordobés venció en Madrid y París. Inmediatamente Mancini avisó que para la final todo cambiaría y los dirigentes ejecutivos de la AAT, pese a una opinión en contra del presidente de la entidad, Enrique Morea, decidieron darle el gusto a los jugadores. Acto seguido, anularon el precontrato con una compañía española de asfaltos, para construir una superficie rápida en el Parque Roca de la capital del país.

Se tenía en cuenta la conveniencia de jugar sobre una pista dura, con la acústica de un estadio cerrado que convierte al público en un jugador más para el equipo local. También se presentó como argumento que Córdoba, situada en el centro geográfico de Argentina, 689 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, tiene una altitud de 600 metros sobre el nivel del mar, que podría afectar al equipo visitante o, al menos, preocuparlo. Según Nalbandian, en Córdoba la pelota "es más rápida".

"A Rafael Nadal y a los otros muchachos españoles hay que sacarlos de la tierra batida, en la que son reyes", se repitió con insistencia en las últimas semanas en el ambiente del tenis local, en el que quedó claro que Nalbandian y Juan Martín del Potro, otro fijo en los individuales, se sienten mas cómodos en superficies sintéticas.

Tras la propuesta de Córdoba por parte de la AAT, apareció Mar del Plata como alternativa, con un estadio cerrado con capacidad para 7.000 personas pero también con posibilidades de ampliación, apoyada por el gobierno argentino. Este viernes, tras la decisión anunciada por la ITF, Enrique Morea, presidente de la Asociación Argentina, dijo que "si la Federación Internacional decidió lo que decidió no puede haber reclamaciones. Estaba en sus manos".