Nada sorprendió tanto como ver al nuevo entrenador blanco acompañado únicamente por Jorge Valdano. Dos enemigos íntimos que no tuvieron más remedio que pactar un armisticio. Mientras, Florentino Pérez seguía toda la función desde su despacho, a pocos metros de su nueva apuesta galáctica .

Al director general del Madrid no solo le tocó presentar a Mourinho, lo cual definió como "un honor", sino que tuvo que desandar el camino para explicar sus desencuentros con el personaje del día. "Para resolver la morbosidad reinante quiero decir que he escrito sobre lo divino y lo humano. Hablé de Mourinho de forma agresiva y me contestó de la misma forma. Aquello se resolvió hace más de tres años de una manera frontal y rápida", dijo Valdano.

Mourinho ni se inmutó. Tampoco contestó ni agradeció ese gesto. Por si no hubiera quedado satisfecho, el ejecutivo apuntó que ´Mou´ "es el mejor técnico en este momento para el Madrid y mi obligación es respaldarle como un hombre importante dentro de la estructura porque es la figura con mayor consenso dentro del club".

Camiseta con el ´1´

A Pérez le bastó con dialogar con Mourinho, entregarle una camiseta con el número ´1´ y la pluma con la que firmó el contrato. Todo fuera de foco, porque ayer no era día de presentaciones al estilo del pasado verano. Ayer fue el purgatorio de Valdano, que hasta sacó la cara por su presidente al apuntar que no se pagó al Inter los 16 millones de la cláusula que liberaba a Mourinho.

Es una versión muy diferente a la que circula por Milán, donde se asegura que el Madrid pagó ocho millones, que Mourinho renunció a su prima de dos millones por títulos logrados y que los otros seis saldrán de lo que deja de percibir el club por Sneijder y otro futuro pago.