Tras viajar dos noches antes del partido, lo que parece talismán últimamente, el Cáceres ya está desde esta mañana en Lugo para afrontar desde mañana la primera ronda de los playoffs de la LEB Oro. Lo hace, como reconoce Carlos Frade, con un optimismo que no trata de disimular, aunque con la lógica prudencia. El técnico ofreció ayer sus reflexiones previas alrededor de ese hilo argumental en positivo, sin victimismos innecesarios.

"Lógicamente llegamos con muy buena mentalidad. Con todas las opciones que se podían dar en la última jornada, haber ganado y terminar sextos es para estar muy satisfechos. Tenemos mucho optimismo, confiados en nuestras posibilidades. Estamos en un buen momento, trabajando muy bien", empezó diciendo Frade, que compaginó ese discurso con el del constante elogio a las virtudes del Breo .

"Es que es muy buen equipo. Su último partido ante el Knet Rioja fue una exhibición defensiva. Aparte de muchos recursos ofensivos, la defensa es su principal fortaleza. Es uno de los rivales más complicados de la liga en ese sentido, porque no deja jugar y tiene unos conceptos muy claros y muy trabajados", indicó.

PREVISIONES En esa línea, pronosticó una "eliminatoria muy dura y bonita, con muchas cosas encima de la mesa", en la que descartó que los árbitros vayan a tener un papel decisivo. Reconoció abiertamente que la canasta invalidada de Taylor Coppenrath que hubiera dado el triunfo al Lucentum Alicante el pasado viernes al final del tiempo reglamentario fue dentro del tiempo, pero advirtió que no espera compensaciones en negativo. "Los árbitros se equivocaron, pero también lo hicieron en otros partidos anteriormente con nosotros. Si hubiese compensaciones, estaríamos listos. Los que van a pitar son los mejores de la LEB. Al contrario de lo que hacen otros, nunca he culpado a los árbitros de las victorias o las derrotas, simplemente tras jugar ante el Ford Burgos hablé de determinados criterios arbitrales que hubo", reflexionó.

Frade enfatizó que es "el mejor momento" para que el Cáceres afronte las eliminatorias, "por confianza, por ganas y por juego". "Va a ser una batalla muy dura", dijo en más de una ocasión, sin perder de vista el hecho de que ambos equipos se vieron las caras hace apenas dos semanas en la liga regular, con victoria cacereña en la prórroga (71-65). "Depende de la importancia que se le quiera otorgar al scouting . A mí es algo que me gusta, pero no tiene por qué ser así. El Breogán tiene armas muy definidas. Están como aviones", añadió.

AGRESIVOS Y CREATIVOS Según aseguró, lo que más le preocupa del oponente es, en defensa "la agresividad y sus buenas ayudas, que obligan a pasar muy bien el balón para anotar" y, en ataque, "que es un equipo con muchos jugadores con capacidad para crear ventajas. Vamos a intentar que eso no ocurra".

Y, como siempre que se afronta una serie larga fuera de casa, hay una pregunta típica: ¿firmaría un 1-1 tras el segundo partido? La respuesta no fue la tradicional ("no"), sino una más romántica : "lo que firmo es hacer dos buenos partidos, y así es como tendremos opciones de lograr algo interesante".

Su conclusión final fue que el emparejamiento "parece igualado", pero "en un playoff entran detalles que no esperábamos al principio y que pueden ser los que decidan finalmente. Es todo muy imprevisible".

Hizo referencia a lo que le ocurrió la pasada temporada con La Palma frente al Navarra: "ganamos el primer partido fuera y estuvimos a punto de repetir en el segundo, pero luego perdimos el tercero y el cuarto en casa".