FECHA DE NACIMIENTO 11/01/1968

LUGAR ALMENDRALEJO

TRAYECTORIA EXTREMADURA, ACEUCHAL, LA ESTRELLA, SAN SERVAN Y VILLAFRANCA --COMO FUTBOLISTA-- Y SAN JOSE, ESCUELA MUNICIPAL DE ALMENDRALEJO, GRAN MAESTRE Y EXTREMADURA --COMO TECNICO--

OTRA OCUPACION EMPRESARIO

Ha forjado su personalidad en el banquillo azulgrana sufriendo una travesía del desierto desde el sótano de la clasificación. Ahora su equipo, el CF Extremadura, está batiendo récords y suma once jornadas sin conocer la victoria.

--Días de vino y rosas, míster...

--Bueno, es para estar muy contentos. Lo que está haciendo el equipo es muy importante. Pero el fútbol es muy efímero, tanto en las victorias como en las derrotas, y todo va muy rápido. El domingo jugamos en Canarias y ya estamos pensando en eso. No se puede vivir del pasado, hay que vivir el presente y preparar el futuro.

--¿Se acuerda de lo mal que lo ha pasado y cómo se sintió?

--Mal no, fatal. En toda mi carrera, en 14 años como entrenador, fueron mis momentos más difíciles. Yo no podía fallar a este club y estábamos penúltimos. Eso sí, prefiero quedarme con lo positivo. Y he madurado en un par de meses más que en toda mi vida deportiva. La experiencia me ha hecho sacar muchas conclusiones.

--¿Quién confió en usted?

--Pues más gente de lo que pudiera parecer. Mis colaboradores, técnicos, médicos y auxiliares, con Pepe Tirado a la cabeza. Mi familia, aunque no podía llevar todos los días mi frustración a casa. El consejo de administración, Juanito me dijo directamente que estaban conmigo. Y algunas otras personas que están en el anonimato pero que estuvieron siempre a mi lado en aquellos duros momentos.

--¿Qué no va a olvidar nunca?

--De aquellos momentos, las reuniones con la plantilla. Formábamos una piña y yo les decía ´vamos a sacar esto adelante, ya lo veréis´. Y los jugadores se juramentaban. La verdad es que he aprendido mucho de ellos. A pesar de los problemas económicos, lo daban todo en el campo cada semana.

--¿Está preparado para cuando llegue una derrota?

--Por supuesto. Esto es fútbol y se gana, se empata y se pierde. Y para todo hay que estar preparado. Además, si te levantas después de un tropezón como el que nos tocó vivir a nosotros cuando peor nos iban las cosas, cómo no nos vamos a levantar tras un partido perdido.

--¿Cuál es su sueño ahora?

--Mira, mi sueño ya se ha cumplido con creces. Se está cumpliendo. Ser el entrenador de este equipo era lo máximo para Cisqui y aquí estoy. Aunque aspiro a seguir soñando y ahora me gustaría certificar la permanencia cuanto antes. Y luego seguir soñando y ver al Extremadura en la liguilla, pelear por el ascenso... Pero vamos a ir paso a paso. Que el domingo nos espera el Vecindario y ya sabemos que no va a ser nada fácil. Ir paso a paso nos dio resultado. Hay que seguir.