"¡Vamos, Rafa!", grita alguien con buen humor. Nadie está intentando emular a Nadal, ni tan siquiera jugando al tenis, pero casi. La plantilla del Cáceres Patrimonio de la Humanidad aprovechó ayer la atípica semana sin competición para relajarse, olvidar durante unas horas el baloncesto y "hacer equipo". Gimnasio, pádel --por eso lo de "¡vamos, Rafa!"-- y comida distendida. "Un día diferente, en el que aprovechando que no nos hemos clasificado para la Copa de la Princesa mantenemos el tono físico a raquetazos, y puede también que con algún pelotazo", dice con una sonrisa en la boca Sergio Pérez, que observa como juegan sus compañeros. A él, 'tocado', le ha tocado hacer de público, como a Kasse y Frutos.

El ambiente es relajado en las instalaciones Pádel en Cubierto Cáceres, adonde se ha desplazado toda la plantilla y el cuerpo técnico para "despejarse de la rutina diaria", cuenta Víctor Serrano. Hay buen 'rollo', sí, pero entre todos se han montado un 'minitorneo' y como buenos deportistas, lo dan todo. Para algunos es su primera experiencia con el pádel. Otros ya tienen 'tablas'. Sobresale el entrenador, Ñete Bohigas, aunque no es el único.

Se nota que el equipo tiene prácticamente hechos los deberes. La victoria del pasado viernes en Logroño ante el Cocinas.com permite al Cáceres rozar la permanencia. "Una victoria más, y entonces creo que sí podremos decir que lo hemos conseguido", apunta Bohigas, que reconoce que la actual situación del equipo les confiere "mucha tranquilidad". Cinco victorias más el 'basket average' a falta de once jornadas es una renta más que aceptable.

¿Entonces ya se puede pensar en objetivos mayores? Bohigas se encoge de hombros, no dice nada. Todos dejan atras el pádel y se van a comer juntos. Hoy habrá doble sesión de trabajo, lo habitual, y después un fin de semana entero de descanso antes de recibir al Oviedo, al que le tiene ganas tras perder allí en octubre, reconoce Sergio Pérez.