El Cáceres Patrimonio de la Humanidad ya tiene prácticamente cerrado quién sería la incorporación para reforzar su plantilla en el caso de que la Federación Española le dé el permiso para inscribirlo fuera del plazo. No había muchas opciones dentro del mercado: tenía que ser un jugador que no necesitase pase internacional y que no tuviese contrato en vigor con otro club.

Sin embargo, su llegada real es todavía una incógnita. La FEB todavía no ha respondido en firme sobre la solicitud que ha planteado el club, que alega que, aunque la última lesión de larga duración, la de Dani Martínez, se produjo antes del cierre del plazo (28 de febrero), no conoció los resultados hasta una vez expirado.

Desde el Cáceres también se apela a la necesidad de «no adulterar la competición», ya que se está viendo obligado a jugar los encuentros con muy pocos efectivos.

Sin ir más lejos, y tras la fractura de un dedo de Niko Rakocevic la pasada semana, solamente alineó a siete profesionales el viernes ante el Oviedo. «El resto de equipos podrían sentirse molestos», argumentan en el club extremeño, que confía en terminar lo más dignamente la temporada.

No será sencillo. La derrota ante los asturianos (72-97) le hace perder un puesto (ahora es duodécimo), aunque la distancia respecto al noveno clasificado, que da derecho a jugar los playoffs, se mantiene en un triunfo. Sin embargo, en las actuales circunstancias se ve cada vez más improbable esa lucha. Los cálculos empiezan más bien a centrarse en conseguir la permanencia cuanto antes.