Florentino Pérez cuenta con un plan milimétricamente diseñado para volver a hacer del Real Madrid el club más grande del mundo. El presidente blanco tiene su particular hoja de ruta anotada en su agenda. Sus colaboradores no lo dudan dada su capacidad de persuasión y, sobre todo, los precedentes (léase Zidane o Figo): gran parte de ella se cumplirá. El inicio del particular festival mediático será el anuncio, si no hay problemas añadidos la próxima semana, del media punta brasileño Kaká; el final, la guinda del pastel: el delantero portugués Cristiano Ronaldo. Total: 300 millones de euros para completar un plantel que haga frente al Barça.

Ya lo ha manifestado el empresario: a finales de este mes quiere confirmar al madridismo en general y a Manuel Pellegrini, su técnico, en particular, todos los fichajes. Y lo hará siguiendo su muy meditado plan. Tras confirmarse la llegada de Kaká, la idea siguiente es la de contratar a Xabi Alonso (Liverpool), en una operación en la que podría entrar otra de las estrellas del mercado de este verano: el delantero Alvaro Negredo, recomprado al Almería por 4,5 millones.

El siguiente fichaje puede ser un valencianista: el defensa Albiol, para apuntalar una defensa que durante los últimos años ha hecho aguas. Quizá sea éste el fichaje menos mediático de todos los planteados.

VILLA, FORLAN...Villa o Forlán. Uno de los dos llegaría, salvo imprevistos, al Madrid en lo que sería el siguiente paso del presidente del Real Madrid. El preferido es, sin duda, el delantero internacional del Valencia, aunque si su club no rebaja sus pretensiones (ahora pide 50 millones) el que ficharía sería el uruguayo (36 millones). A Pellegrini, incluso, le encantaría Forlán, jugador con el que mantenía una excelente relación en el Villarreal, antes de que sus goles le llevaran al Atlético de Madrid.

Florentino Pérez piensa en abaratar en lo posible el fichaje de Cristiano Ronaldo. Ramón Calderón pactó con el Manchester United un traspaso de 93 millones de euros, pero el constructor no está dispuesto a llegar a esa cifra por parecerle excesiva, con o sin penalización de 30 millones. La estrategia es dejar pasar el tiempo para que el portugués presione a su club para que éste rebaje el montante de la operación. En el caso de que, por cualquier circunstancia fallara el luso, el nombre del francés Frank Ribery (Bayern Munich), el preferido por el flamante asesor a la presidencia, Zinedine Zidane, sería el candidato número uno.

CESC, A LA EXPECTATIVA Otro nombre que también Calderón manejó, y que igualmente interesa a Florentino, fue el del centrocampista catalán del Arsenal Cesc Fábregas. Si hubiera llegado Arsene Wenger, el fichaje ya estaría confirmado. No siendo así, no se descarta como una de las posibles sorpresas de última hora, pese a la competencia del Barça. Sin embargo, Cesc, líder de su actual club, tiene el miedo de ir al banquillo ante la indiscutible hegemonía en el centro del campo culé de Iniesta y Xavi.

Todos estos nombres componen la ´hoja de ruta´ de Florentino. En función de los acontecimientos, algunos de los planteamientos pueden cambiar y reorientarse, con otros futbolistas. Otros nombres, por supuesto, no están descartados, como el del valencianista David Silva. Su agente, Julio Llorente, estuvo ayer en el Bernabéu.

En los próximos días se irá viendo si estos planes de Florentino Pérez se cumplen o si, como ocurrió con Calderón, la mayoría se quedan en el camino. Quienes conocen al dirigente blanco insisten: él cumple todo lo que se propone.