Louis van Gaal, técnico del Barcelona, tuvo que escuchar insultos contra él de algún aficionado de la veintena que ayer se apostó ante las vallas del Camp Nou para seguir el entrenamiento del equipo, horas después de la derrota (1-0) sufrida en Vallecas. El nuevo tropiezo sufrido en esta jornada, que aleja el liderato de la clasificación a trece puntos, ha encendido los ánimos y Van Gaal ha podido comprobarlo en el aeropuerto de El Prat, primero y, después, mientras dirigía la sesión preparatoria dominical.

Al bajar del avión, el holandés escuchó alguna crítica de aficionados y, ayer, las voces proferidas desde las vallas llegaron con nitidez hasta el césped donde se ejercitaba la plantilla.

Insultos personales y acusaciones que culpaban a Louis van Gaal de la mala trayectoria del equipo tras una reunión previa en el vestuario, de unos veinte minutos de duración, para analizar la derrota ante el Rayo a sólo dos días del enfrentamiento de Liga de Campeones ante el Newcastle.

SIN DECISIONES

La directiva ha aparcado la adopción de cualquier tipo de medidas ante la crisis hasta el próximo miércoles.

Xavier Pérez Farguell, director general del club, habló ante los medios acompañado del vicepresidente Francesc Closa para anunciar esta postura de la junta y reconocer la "preocupación" que causa la clasificación del equipo,a trece puntos del liderato que ocupa la Real Sociedad.

Pérez Farguell explicó que se analizarán las razones de la crisis y se buscarán soluciones, pero siempre "una vez superado el obstáculo del martes y encarrilada la Liga de Campeones". El dirigente barcelonista aseguró que la junta no se ha planteado la destitución de Van Gaal, y añadió que "a estas alturas de la temporada, el Barcelona no renuncia a nada en ningún torneo". También descartó, en principio, que haya refuerzos en el mercado invernal.