Me dijo ayer un sorprendido Javier: « ¿Le has hecho un artículo a Pepe?», a lo que yo le contesté: «Si te lo he hecho a ti, ¿cómo no se lo voy a hacer a Pepe?», le contesté con un buen zasca, digno de nuestra relación de adolescentes que llevamos desde que todo esto comenzó. Además, esto no se lo dije pero lo hice casi con el doble de palabras que el suyo… pero eso es algo secundario… jajaja. Bromas aparte, sé que Javier me lo preguntó con todo el cariño y respeto del mundo, y no porque Pepe no lo mereciera, sino porque no me veía capaz de hacerlo.

Cuando ‘wasapeamos’ para intercambiar impresiones del artículo parece que nos acabamos de conocer, es muy difícil ponerle fin a nuestras conversaciones, hablamos de un tema, otro, cruzamos preguntas con alguna idea que surge de repente… incluso hacemos rimas y chistes malos, un gran nexo de unión entre los dos. Más de un amigo me ha dicho que haga un artículo de rimas fáciles con números y algunas palabras, pero desgraciadamente mi vocabulario no da para tanto como poner este tipo de rimas en un periódico, lo siento mucho por Rivera, el número cinco, el trece, el ocho… Pitoño, Enrique, los delegados y abogados…prefiero no seguir.

Guardando las diferencias, somos los dos bastante payasetes.

¿Cómo lleváis el confinamiento hasta el momento? ¿Le habéis sacado ya todo el partido posible a vuestro robot de cocina? ¿Y la suela de las zapatillas? ¿La tenéis lisa de tanto deporte que estáis haciendo? No os quiero preguntar, porque entiendo que los armarios ya están más que cambiados, porque claro, mi vecino dice que cuando salgamos de esto ya hará buen tiempo, que si estamos todos locos por salir, que saldremos de golpe a la calle… Total que me veo a mediados/finales de mayo queriendo ir de tapeo y estando en la obligación de tener que subirme al altillo para encontrar la ropa de primavera.

Eso por no hablar de la limpieza, que es algo que hoy en día está más en alza que nunca, ¿estáis concienciados realmente? No solamente hablo de tener una buena higiene de manos, llevar guantes (y saber quitártelos), llevar mascarilla (y saber usarla) sino de la limpieza de casa, en la que creo que también nos hemos vuelto expertos. Ya lo dije en una columna anterior, el suelo de mi casa parece el de cualquier pista de baloncesto de la NBA, donde se reflejan hasta los focos y como vea una mota de polvo purulando por el pasillo, me tiro hacia ella como si de un trap (dos contra uno) en la línea de medio campo se tratara.

Otra de las cosas que me he propuesto en este confinamiento es no prestar mucha atención a la tele. En líneas generales Cristina y yo no somos mucho de verla, pero es que en esta situación sólo hablan del virus, y entre redes sociales y tele, realmente me satura todo ello.

Por supuesto que la situación es grave y creo que debemos estar informados, pero hasta cierto punto, entiendo que es bueno para la mente no tener sobreinformación y sobre todo saturación.

#YoMeQuedoEnCasa disfrutando de los nuevos quehaceres diarios.