En el pabellón de Mahón el Plasencia tendrá la complicada misión de romper la racha inmaculada de los menorquines en casa: nueve partidos, nueve triunfos, el último ante el Cáceres. Casi nadie situaba a los isleños en el grupo cabecero (al menos no tan arriba), pero ahí están, casi campeones de Copa del Príncipe (les faltó, como al Plasencia el año pasado, muy poco) y con todas las opciones para subir. En el equipo de Curro Segura, dos individualidades: el base Reynés y el norteamericano Stewart, estrella el año pasado en Plasencia.