Ivan Basso se presentó ayer espontáneamente ante la fiscalía del Comité Olímpico italiano (CONI) y admitió su responsabilidad e implicación en la operación Puerto, la trama de dopaje dirigida por el doctor Eufemiano Fuentes y que la Guardia Civil desarticuló hace un año en Madrid.

El corredor se prestó a colaborar con la Justicia para esclarecer las acusaciones de dopaje con el fin de ver reducida a solo un año su presumible sanción por dopaje, con lo que podría disputar el Giro del 2008. Este argumento fue rechazado ayer por Pat McQuaid, presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI). "El Código Mundial Antidopaje no prevé ninguna reducción de pena, que sí contempla la legislación italiana".

El ciclista, que ha rescindido su contrato con el Discovery Channel, fue interrogado y admitió su "responsabilidad", y dio su "consentimiento para aclarar los hechos en los que está implicado". El CONI reabrió el caso por presunto dopaje de Basso y solicitó poder realizar el test de ADN al corredor y cotejarlo con las muestras de sangre que se encontraban en el laboratorio antidopaje de Barcelona.