Dwyane Wade, Lebron James y Chris Bosh celebraron ayer el triunfo logrado sobre los Lakers como si del propio título de la NBA se tratase. Bosh fue el héroe en el American Airlines Arena (24 puntos y 9 rebotes).

Más que por la victoria (94-88), para los jugadores de los Heat se trataba de una cuestión de credibilidad. Miami llegaba al partido tras cinco derrotas consecutivas. Volvían a recrudecer los rumores sobre la sustitución del técnico Erik Spoelstra, que Pat Riley, mánager general del equipo, tuvo que salir a desmentir. Pero ayer, los Heat cerraron algunas bocas, entre ellas las de Phil Jackson, que dijo en las vísperas del encuentro que no le gustaba nada el estilo de Miami. "Para nosotros era importantísimo ganar", admitió Wade, autor de 20 puntos, 8 en el último cuarto, mientras Lebron James concluyó con 19, 9 asistencias y 8 rebotes.

"Cometimos algunos errores tontos, fácilmente corregibles. Yo perdí un par de balones y nos dejamos coger 18 rebotes ofensivos, lo que no es habitual", analizó Bryant, autor de 24 puntos. Los Heat dominaron el rebote (46 frente a 37) y consiguieron 16 puntos más dentro de la zona, un dato que sorprende frente a las torres de los Lakers: Andrew Bynum (13 puntos, 12 rebotes) y Pau Gasol (20 puntos, 5 rebotes).