1 - ACEUCHAL: Juanfran; Álex Murillo (Rosado, min. 36), Lolo, Migue Macías, Leandro, Pepe Tirado, Rafa Izquierdo, Pablo Margallo (Juanan Vélez, min. 63), Leandro, Jorge Caballero (Fran Rosales, min. 63) y Juan Germán (Javi Aranda, min. 75).

0 - CAMPANARIO: Isi; Gideón (Loren, min. 43), Barquero, José María, Antonio, De Tena; Kiko (Fidel, min. 58), David (Alejandro, min. 58), Cabanillas, Saviola (Elías, min. 66) y Enrique.

Gol: 1-0: minuto 66, Leandro.

Árbitro: Galayo Castro. Expulso con roja al local Migue Macías en el minuto 1. Amonestó a los locales Leandro, el técnico Cisqui y el preparador físico José Ignacio Fernández; y a los visitantes Fidel, Barquero y Gideón.

Refrenda la onda emergente en las últimas jornadas un Aceuchal serio que volvió a sonreír en un Municipal ausente de calor humano con un gol que salió de las botas y sello del almendralejense Leandro Izquierdo y que prolonga el mal momento del Campanario (1-0), que jugó con uno más durante 89 minutos.

El duelo despertó con el punto de ebullición en mayúsculas. Apenas 20 segundos, primeras caricias musculares con el cuero y un mano a mano entre Migue Macías y la llegada como un bisonte de Enrique terminó poniendo colorado al mediocentro emeritense que, dolido en la grada, comentó « que fue un balón dirigido, sin control y que el colegiado pecó de rigurosidad». Al palco y con una figura menos los de Cisqui en el tablero verde. Saviola buscó el ángulo de la escuadra sin rédito y cinco minutos después Cabanilla elevó el mercurio de Juanfran.

Sin fútbol y con más ruido que nueces discurría la matinal, con un Campanario que seguía opaco y sin hacer valer su ventaja en efectivos. Debutaba el ex del Montijo Rosado en los piporros y siguieron la rueda buena en sus corazones y piernas: la de la ilusión y seriedad y que todo sería cuestión de tiempo. Una galopada visceral de Enrique que finalizó en córner echó el candado al primer capítulo.

Pareció comprometido con la situación la tropa de un desesperado Diego Gallardo, que desgañitaba su garganta dando instrucciones a sus chicos. Enrique volvió a morder, pero con idéntico manjar: ni para pipas. 'Caballo Loco', Juan Germán, enseñó sus herraduras en un cándido tiro a las manos de Isi. El once de la capital de los ajos se comía a base de corazón a su rival y pronto se llevó la miel a los labios y almas. Un fax de Fran Rosales lo rechazaba la zaga en primer término, antes de otro rechace de la zaga que taladró Leandro Izquierdo y que sepultaba los ánimos de un Campanario que fue de mal en peor el pobre y que no supo ni pudo contener el ímpetu y agallas de un Aceuchal que vuelve a la senda del triunfo.