Ha llegado la hora de los que están sedientos, de los perdedores que buscan su cuarto de hora de gloria. Y ese instante coincide con aquel que eligen los reyes y los pretendientes al trono para sacar la calculadora y no correr riesgos. Ni una sola guerra para perderla. De ahí que ayer, en el trazado de Motegi, frente a 63.195 japoneses, las victorias fuesen para Mika Kallio (KTM, 125cc), Hiroshi Aoyama (KTM, 250cc) y Loris Capirossi (Ducati, MotoGP). Los demás, como el ya campeón Alvaro Bautista (Aprilia, segundo), Andrea Dovizioso (Honda, cuarto), Nicky Hayden (Honda, quinto) y Dani Pedrosa (Honda, séptimo) no tuvieron el día o, simplemente, como en el caso de Jorge Lorenzo (Aprilia, tercero) y Valentino Rossi (Yamaha, segundo), se limitaron a controlar la situación para prepararse su futuro día de gloria.

Motegi, la casa de Honda, sucumbió al poder de sus rivales. La fábrica alada, la más poderosa del mundo, fue humillada por KTM (Kallio y Aoyama) y Ducati (Capirossi) en un gran premio que dejó los títulos de dos y medio y de la categoría reina pendientes de un hilo. Lorenzo volvió a derrotar a Dovi, al que tiene ya a 27 puntos --lo que significa que si termina por delante de él en Estoril se proclamará campeón--, y el doctor asestó el quinto golpe consecutivo a Hayden, que desde Brno siempre ha quedado por detrás de Valentinik , que ahora se encuentra solamente a 12 puntos del liderato.

Todo empezó muy light . Demasiado. Coronado rey de la pequeña cilindrada, Bautista se dio otro paseo en compañía de Kallio. Esta vez quiso ser más zorro que nunca y se atrevió a adelantar al finlandés en la penúltima vuelta, creyéndose capaz de hacer su vuelta rápida en el giro definitivo, pero se encontró con un Kallio muy agresivo que, en la apurada de final de recta, le metió su KTM con tal habilidad y decisión que al flamante y nuevo campeón no le quedó más remedio que rendirse ante su adversario. "No siempre se puede ganar y este segundo puesto demuestra que he sido campeón frente a un gran rival y una excelente moto", comentó el muchacho de Talavera de la Reina.

ARRIBA EL TELON El primer plato fuerte del día empezó con susto. Jorge Lorenzo (Aprilia) hizo una pésima salida, normal en él, y cuando todos pensaban que estaba fingiendo, quedó demostrado que no, que tenía serios problemas para alcanzar al cuarteto delantero integrado por Dovizioso, De Angelis --que volvió a fracasar con estrépito como en los restantes 110 grandes premios que ha corrido--, Aoyama y Yuki Takahashi (Honda).

"He hecho una pésima carrera y pido disculpas a mi equipo", reconoció el mallorquín, quien al final, pese a su pésimo ritmo, se benefició de la caída Takahashi, quien casi se lleva por delante a Dovizioso, su teórico jefe de equipo. Eso permitió que Lorenzo alcanzase al italiano y, finalmente, le superase en la penúltima vuelta. "No pienso hablar del título hasta que lo tenga en mis manos. Todos hemos visto cosas muy extrañas, por ejemplo, aquel cetro mundial que se le escapó a Carlos Sainz a 500 metros de la meta".

CARRERON DE CAPIROSSI Llegaron los reyes y Capirossi los mandó parar. El italiano se hizo con el control de la carrera desde la salida. Mientras Pedrosa se salía en la primera vuelta y debía correr contrarreloj, Hayden volvía a demostrar la endeblez de su liderato y la poca fe que tiene en ser campeón. Metido en el grupo perseguidor, el chico de Kentucky fue incapaz de inquietar a Capirossi, Rossi y Marco Melandri (Honda), que lograron el primer triple italiano de la temporada. El norteamericano tuvo la suerte, al final, de que Shinya Nakano se atrevió a pasar a Sete Gibernau --cuarto ayer sin mucho esfuerzo--, con tan mala pata que se cayó, permitiendo al líder acabar quinto.

Los grandes campeones, como los mejores equipos de fútbol,