Dos años tardó Alberto Ruiz Gallardón, en julio del 2011 todavía alcalde de Madrid, en anunciar que la capital de España optaría a la organización de los Juegos Olímpicos del 2020. Cinco días ha tardado su sucesora al frente de la corporación municipal madrileña en confirmar que, si depende de ella, Madrid no participará nuevamente en una carrera en la que tendrá presuntamente menos oportunidades aún de sacar algo en claro ante competidoras del peso de París, Roma o Berlín.

"En este momento, la carrera olímpica ya nos ha proporcionado todos los beneficios que podemos esperar de ella en los próximos años. Creo, por tanto, que Madrid no debe buscar la celebración de los Juegos del 2024 y así se lo he comunicado al Rey, al príncipe de Asturias, al presidente del Gobierno y al portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky", dijo ayer la alcaldesa en un desayuno informativo en el hotel Ritz. Añadió que había motivos más que suficientes para ilusionarse, que las buenas expectativas "tenían un fundamento razonable" y, aunque admitió que a lo mejor en las últimas semanas antes de la elección la ilusión se llevó un poco más lejos de lo debido, lamentó haber comprobado, ya en Buenos Aires, que acudieron "a una carrera en la que la única regla es que no hay reglas; pero los posibles beneficios compensaban esos riesgos, y en la vida hay que correr riesgos".

ELECCIONES MUNICIPALES Estaba cantado que a Botella le han quedado pocas ganas de insistir después de lo ocurrido en Buenos Aires y, salvo que su hipotético sucesor en el sillón del primer edil madrileño decida lo contrario en su momento, Madrid dará un paso a un costado a la espera de tiempos mejores. Ese momento llegará tras las municipales del 2015 y la esposa de José María Aznar tiene ahora mismo, salvo sorpresa, nulas posibilidades de ser nombrada candidata a la alcaldía.

Si el PSOE diera un vuelco a la situación y Lissavetzky resultara elegido alcalde, tampoco habría un cuarto intento. Lo confirmó ayer él mismo después de conocer las palabras de Botella. "No apoyo la presentación de una cuarta candidatura y si soy candidato a la alcaldía tras las primarias, a las que me presentaré, tampoco lo apoyaría... Tres intentos son suficientes y el proyecto, de puro conocido, puede parecer antiguo", declaró Lissavetzky, exsecretario de Estado para el Deporte en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

La reacción del Gobierno tras la humillación del sábado fue anunciar que respaldaría a Madrid sí decidían reincidir, pero cambió ayer de dirección tras el anuncio de la alcaldesa. "Para el 2024 la competencia va a ser muy fuerte. Es verdad que muy probablemente van a venir a Europa, pero con prácticamente absoluta certeza con la competencia de París y con razonable seguridad también de Berlín. Es una decisión prudente y desde el Gobierno tiene nuestro apoyo", dijo el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, quien volvió a subrayar que el deporte olímpico no va a pagar las consecuencias de que Madrid no haya sido elegida. "Garantizo a las federaciones que vamos a hacer el máximo esfuerzo en el presupuesto del 2014 para que no sufran recortes las subvenciones que reciben", reiteró el ministro.