Manuel Mosquera quiere seguir como entrenador del Extremadura. Desde el primer día tras consumarse el descenso de categoría. «Creo que todos los días sale el sol y hay que levantarse. He sido jugador de este equipo durante 13 años. En todo ese tiempo, hemos subido a lo máximo y bajado de nuevo, y nunca se nos cayeron los anillos porque siempre empezábamos de cero con ilusión. Creo que se le puede dar una estabilidad al club y ahí quiero estar yo como entrenador porque podemos hacer grandes cosas», dice el gallego como primer mensaje oficial tras el descenso matemático.

Al técnico azulgrana le queda un año de contrato, aunque durante los últimos días ha corrido fuertemente el rumor de que el club podría haber tanteado algunas opciones distintas para su nuevo proyecto en Segunda B. Entre ellas ha salido el nombre de Mehdi Nafti. El franco-tunecino entrenó a Mérida y Badajoz, y ha tenido otros intereses, como el del Racing de Santander.

Pero Manuel no piensa en nada más que reconstruir al equipo y volver a intentar estar en el fútbol profesional con el Extremadura. «Las categorías están para volver a recuperarlas. Quiero que la gente sepa y entienda si su equipo les ha representado en todos los campos de España. Podemos hacer cosas grandes».

BALANCE / Manuel no se ha atrevido todavía a realizar un balance exhaustivo de la temporada y entiende que tiene que ser al final del campeonato cuando se siente con Manuel Franganillo y Daniel López Ramos a evaluar individual y colectivamente la campaña. No obstante, el gallego si tiene muy claro que «en la primera vuelta nos ha faltado mucho gol. Hemos desperdiciado muchos partidos al inicio de campeonato que se nos fueron porque no tuvimos gol. Y eso nos ha terminado pasando factura», confiesa.

Además, Manuel no duda que durante la liga tras el confinamiento, además de algunas bajas sensibles sobre el césped, «la baja de nuestra gente en la grada ha sido clave porque sabemos que, en los momentos más complicados, siempre apretamos mucho más con nuestra afición».

CORUÑA / El entrenador vuelve este fin de semana a su casa, La Coruña, para medirse a un Deportivo que todavía no ha cerrado la salvación. El partido no deja de ser especial para Manuel porque Riazor es su otra casa, «aunque seremos competitivos e iremos como hacemos en todos los campos, con la única idea de apretar arriba, jugar en campo rival y tratar de ganar».

Para el partido del domingo, Manuel tiene las bajas de Kike Márquez, Olabe, Sergio Gil y Pastrana, todos ellos lesionados. También la del sancionado Pardo, que vio la quinta amarilla en el último partido.

Manuel tiene previsto darle minutos en la portería a Gonzalo Collao, que todavía no ha debutado. Además, queda por saber si Lomotey jugará más de azulgrana, ya que hay fuertes rumores de que su venta ya estaría pactada y el jugador se marcharía a un club extranjero.