Aunque nacido en Zafra (19-5-1978), Mario Carrizosa es muy de Badajoz. Tanto que permaneció siete años en la cantera del club albinegro, con el que llegó a debutar en Segunda. Ahora defiende el verde del Cacereño intentando contribuir a la salvación y también se preocupa por que su exclub también permanezca en Segunda B. "Como extremeño sería lo mejor. Está siendo un año muy malo con lo que ha sucedido primero en el Cerro de Reyes y luego en el Extremadura", cuenta.

En el Cacereño no hay pareja fija de centrales. Gonzalo, Rives, Tomás y él se reparten los minutos según las circunstancias. Carrizosa se siente cómodo y se postula para la renovación ("estoy muy a gusto en mi tierra y el club y la ciudad me tratan muy bien"), pero antes hay que completar el trabajo. Ganar al Atlético B el domingo (21.00 horas) supondría la salvación y, dependiendo de los otros resultados, que se conocerán cuando se juegue el choque, un empate podría no ser malo tampoco. "Nosotros lo que vamos a salir es a ganar, como siempre. Luego ya pasará lo que sea", afirma. "A lo mejor un punto puede valer, porque los de abajo tienen muchos enfrentamientos entre ellos, pero es mejor no arriesgarse", añade.

El ´gol fantasma´

Según cuenta, lo que se respira en el vestuario es, sobre todo, prudencia. "Tenemos confianza en nuestras posibilidades y no creemos que ahora vayamos a estropear el buen trabajo que hemos hecho todo el año", explica. El defensa reconoce que dentro no se olvida lo sucedido el pasado domingo en Cuenca, cuando el árbitro dio como válido un gol del rival que, por las imágenes de televisión, se demostró que no había entrado. "Fue increíble. No nos explicamos que pueda suceder algo así. Lo digo con más conocimiento de causa, ya que a mí me pilló en la línea e intento despejar el balón. No puede ser que dando en los dos postes se puede pensar que entra, a no ser que haga una parábola muy rara", indica. Olvidando eso, la sensación del 1-1 en Cuenca parece positiva: "Demostramos que aprendimos de los errores que tuvimos en Getafe".

Respecto a su mirada a lo que sucede en el Nuevo Vivero, manda un mensaje de esperanza: "El Badajoz está en una situación complicada, pero deben pensar en que también depende de sí mismo para lograr la permanencia".