Los chicos de oro ya están en casa. Un día después de ganar el Mundial, los componentes del equipo español aterrizaron en el aeropuerto de Barajas poco antes de la medianoche de ayer y vieron cumplido su deseo de compartir su éxito con los seguidores. Con noticias aún confusas sobre el incendio que se estaba produciendo en una de los rascacielos cercanos a la Plaza de Castilla, los jugadores se subieron a un autobús descapotable. Una enorme nube de aficionados les esperaba en la plaza para rendirles un merecido homenaje. Hoy serán recibidos por el Rey en audiencia. Ayer, la Comunidad de Madrid engalanó su fachada con 14 lonas con la figura de los jugadores y el técnico.

No ha sido un sueño. La selección ya está en España con el máximo metal que se puede lograr en un Mundial. Poco a poco, los jugadores van asumiendo lo que han hecho. Para ayudarles, miles de aficionados se lo recordaron con gritos de "campeones, campeones". La euforia se desató entre los seguidores cuando el bus llegó a la Plaza de Castilla, el lugar elegido para homenajear a los jugadores.

Ni el cansancio pudo con los hombres de Pepu. La paliza de la noche posterior a la final ante Grecia, en la que muchos no durmieron, ni el largo viaje desde Tokio, con escala de cuatro horas en Londres incluído, evitó que los componentes del combinado se entregaran al gran recibimiento de los aficionados, a los que dedicaron el triunfo.

"El oro ya está aquí", se oía desde la tribuna habilitada para los jugadores. Una vez más volvieron a demostrar que son una familia unida, sin más fisuras que el abucheo que sufren los que pierden a la pocha, el juego de cartas al que se entregaban los jugadores en sus horas libres. "Ha ganado un grupo de amigos y ahora, después de tantos años juntos, hemos logrado el mejor premio posible", decía Felipe Reyes en el aeropuerto de Londres.

Tanto él como el resto de sus compañeros decidieron no comentarle nada a Pepu de la muerte del padre del técnico para no subir la tristeza. El preparador ya tiene la mente puesta en el futuro. "Todo esto es muy bonito, pero yo ya pienso en el Europeo de Madrid".

Ahora, después de casi dos meses de convivencia, a más de uno le costará separarse de sus compañeros. Pero la desbandada será inevitable. Unos días de descanso y a pensar en la Liga. Otros, en la NBA. Ese será el nuevo destino de Garbajosa y Sergio Rodríguez. Allí se verán con Pau Gasol, el líder del equipo que tiene muy claro que quiere jugar el Europeo del 2007 con este grupo, digan lo que digan los Memphis Grizzlies.

AUDIENCIA REAL Seguro que se habló de eso en la larga noche de ayer. Después de la cita con los seguidores, los componente del combinado español se fueron a cenar al restaurante Chistu. Los agasajos continuarán hoy. Al mediodía, la selección española será recibida por José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno. Una hora después llegará la audiencia con el Rey. Se echó de menos que alguna representación de la Casa Real hubiera estado presente en la final, como ha ocurrido en otros acontecimientos deportivos. Ayer justificó esta ausencia por motivos de agenda.